Buenos días hermanos, los que estéis por aquí, ya queda menos para volver a reunir la foto de familia.
Por la tarde colgaré algo más que un saludo, de momento os dejo el artículo que publico hoy en EL CORREO por si hay alguien que no lo pueda leer en la edición de papel.
Mi casa 2008
No, amigo, no se empeñe en buscar con el mando por los canales, a gente corriendo, dando saltos, golpes, chapuzones sincronizados o patadas a los árbitros; se han acabado los juegos olímpicos. Perdóneme si he sido yo el que le ha dado la trágica noticia, no era mi intención amargarle el día.
Sí, lo sé, es duro enfrentarse a una semana normal, sin el estímulo de los grandes acontecimientos narrados con fervor y pasión por los periodistas deportivos luciendo afonía patriota. En el horizonte asoma la liga, nos saluda y nos guiña un ojo desde el próximo fin de semana, pero esta travesía hay que vivirla. Se intuye una semana dura, con la familia como único agarradero emocional, ahí es nada. Las horas habrá que empujarlas de lo despacio que van a pasar, la eternidad nos reta a una partida a cara de perro. Es el momento de sacar la casta y demostrar que dentro de nosotros también habita un Gasol, una Mengual y un Cal, que están esperando a entrar en competición. Elija una prueba del Decathlón de hogar y empiece con las eliminatorias hoy mismo. Si quiere le ayudo yo; el taladro, por ejemplo, que es la versión doméstica del tiro olímpico. Hoy puede ser un buen día para colgar los cuadros que descansan detrás de la puerta. Mañana, tiene opciones de medalla y beso de su pareja, en la prueba de repintado de techos. Le espera un corroncho de humedad de las goteras del 83 en la habitación de la niña. El miércoles no se olvide que está en la final de los tres mil obstáculos que tiene que tirar a la basura y nunca es el momento. Y si me deja meter el dedo en la llaga olímpica, le animo a echar un vistazo a los cristales e la ventana del salón. Tiene un “Zorionak eta urteberrion” pintado con spray de nieve desde las pasadas navidades, ánimo y a por el oro. Cuando tenga la brocha en la mano y le estén cayendo gotas de pintura a los ojos, recuerde que no está solo, yo le acompaño. Hoy barnizo una puerta, estilo libre. Disfruten desde ya.
A pasar buen día…