Hola, alegrías de mi huerto. Por motivos ajenos a mi voluntad hoy no he podido cocinar el gato que os prometí, así que os tendréis que conformar con la clásica liebre congelada del eroski, que dicho sea de paso, no está nada mal. La serviré templada y, obligado por mi nobleza, aderezaré el plato con […]