2009ko astronomiaren urtearen ekintzen barnean, ElUniversoParaQueLoDescubras izeneko korreo lista bat martxan jarri zen.
Han ere hitzegin da Beleneko izarraren inguruan eta bizpahiru komentario aipagarri dira bertan. Guztien artean bereziki aipagarria da Bartzelonako ASTER astronomia elkarteko kidea den egindako komentario bat. Erabat ados gaude esaten duenarekin.
Hau idatzi genuen gure sarreran La estrella de Belén, los magos y la astrología:
“Cuando hablamos de magos de Oriente, estamos hablando, en realidad, de astrónomos-astrólogos. Los astrónomos y aficionados a la Astronomía en general, al abordar el tema, debiéramos decir la famosa frase de Jim Lowell en la misión Apollo XIII: Houston, tenemos un problema. Estamos hablando de un acontecimiento en el cielo que predice y señala un hecho, un nacimiento. Si no aceptamos que la astrología pueda predecir el futuro y que este esté escrito en los astros, ¿por qué tratamos de averiguar que fenómeno astronómico anunció el nacimiento de Jesús? ¿Si valió para aquello, por qué no vale en la actualidad para otras cosas?”
Honen inguruan, besteak beste, hau esaten du Pere Closasek: “Una razón más para este dejar al margen la astrología al aproximarnos al tema que nos ocupa, sería que el pueblo judío fue de los que menos creyeron o se dejaron influir por la astrología, porque su concepción religiosa de un solo Dios del que depende absolutamente el devenir de cada persona (que es la visión religiosa del Antiguo Testamento) les permitía aceptar que determinados signos en el cielo fueran signos de grandes acontecimientos o manifestaciones puntuales de la voluntad de Dios, pero no que se pudiese deducir el porvenir de cada persona de la consulta regular del cielo. Encontré esta idea, creo que a tener en cuenta, en un librito de la colección Austral de Juan V.Schiaparelli “La Astronomía en el Antiguo Testamento” (gran astrónomo cuyo nombre lamentablemente se ha asociado a los canales de Marte y su secuela de ilusiones)”
Honen harira, interesgarria da, baita Vaticanoko astronomoa den Guy Consolmagnon iritzia, Catholic.net-en irakurri duguna: “se puede presumir que los magos fueran astrónomos y tuvieran la capacidad de calcular y prever las posiciones de los planetas. Sin embargo, en cuanto estudiosos de su época, pensaban que los movimientos planetarios estaban de algún modo relacionados con los eventos humanos, lo que les convertía también en astrólogos. Ciertamente, los pastores podrían no haber visto en el cielo las mismas cosas que los sabios. Las Escrituras judías prohibían, de modo categórico, cualquier intento de predecir la fortuna mediante la astrología. Y esto podría por tanto también explicar por qué la estrella, fuera lo que fuera, no fue ‘interpretada’ en Jerusalén como el nacimiento de un rey”.
Gure iritziz, eta guzti hau kontutan edukita, Beleneko izarraren kontuak lotura ahula du benetako astrologiarekin. Orientetik etorritako magoak bai ziren astrologoak, baina judutarrek ez zuten astrologian sinesten eta debekatuta zuten gainera. Honen arabera, Beleneko izarrak gertakari berezi eta handi bat iragartzera etorriko zen, baina horraino besterik ez. Judutarrentzat ez bai zegoen etorkizuna izarretan idatzita.