Nacha Pop era Antonio Vega y por eso también en este blog tenían que ir juntos. Si ayer hablábamos de su colaboración con Amaral ya casi en su estertor, hoy toca referirnos a su niñez musical y a su primera gran creación. ‘La chica de ayer’, una obra que jamás ha podido mejorar con otra composición, está dotada de una innegable capacidad para emocionar pese a su sencillez.
Esta canción demoledora ha levantado al público de sus asientos cada vez que el grupo la interpretaba en un concierto. El emblemático single de Nacha Pop publicado hace ya más de treinta años constituye una de las páginas más frescas de la historia de la música pop de finales del pasado siglo.
Nació fruto de la poesía, la sensibilidad e la inspiración de Antonio Vega y la vitalidad, el descaro y la luminosidad de su primo Nacho García Vega, pero a medida que creció se hizo con su propia identidad, para pasar a formar parte de la cultura pop hispana. Según la revista musical ‘Rolling Stones’ «Antonio estaba haciendo la mili en Valencia y paseando por la playa de la Malvarrosa cuando empezó a darle vueltas a aquella historia de chicas y nostalgias».
Con el paso del tiempo ‘La chica de ayer’ ha derivado en un clásico eterno, incrustado en el cerebro de los que degustamos en primera persona la música que la llamada movida madrileña ofreció en los míticos ochenta, llenos de magia hipnótica y capaces de habernos dejado un legado que ha ganado con el paso del tiempo, al adquirir sabor, peso y personalidad, como el buen vino.
‘La chica de ayer’ es un todo por sí misma y una razón para amar el pop. Algunas prospecciones lo califican como el tema mas importante del pop de los ochenta. ¿Será porque te llega al alma y te estremece el corazón? Su letra divina, ese bajo que la abre, esa melodía, la voz de un joven Antonio y esa melancolía… Por muchas veces que la escuchemos, siempre nos emocionará.
ACTUACIÓN QUE NACHA POP OFRECIÓ EN TELEVISIÓN ESPAÑOLA EN 1980
Un día cualquiera no sabes que hora es,
te acuestas a mi lado sin saber por qué
Las calles mojadas te han visto crecer,
y tú en tu corazón estas llorando otra vez
Me asomo a la ventana eres la chica de ayer
Jugando con las flores en mi jardín
Demasiado tarde para comprender,
chica vete a tu casa no podemos jugar
La luz de la mañana entra en la habitación
tus cabellos dorados parecen el sol
Duermo por la noche me pongo a escuchar
Canciones que consiguen que te vuelva a amar
Me asomo a la ventana eres la chica de ayer
Demasiado tarde para comprender,
mi cabeza da vueltas persiguiéndote
mi cabeza da vueltas persiguiéndote
mi ca-ca-ca-cabeza da vueltas persiguiéndote
mi cabeza da vueltas persiguiéndote
Como toda gran canción, ‘La chica de ayer’ no ha podido escapar de la polémica y hay quien asegura que se trata de un plagio de ‘La caccia al bisonte’ de Gianni Morandi, de 1975, pero que en España no se publicó hasta 1980 en versión castellana e interpretada por el argentino Piero. Las acusaciones apuntan hacia Teddy Bautista, por entonces productor de Nacha Pop, al que las malas lenguas dicen que le gustaba inspirarse en otros temas. Ahora hemos descubierto que su moral también era distraída en otras facetas.
Lo cierto es que ambas canciones guardan algo de parecido en la línea melódica y en muchos acordes. Comparad vosotros.
‘La chica de ayer’ es una de las canciones mas versionadas de la historia del pop español. Tuvieron la valentía suficiente Enrique Iglesias, Undershakers, Germán Coppini o El canto del loco, sin olvidar a la Orquesta Sinfónica de RTVE. Incluso la banda norteamericana de power-pop Gigolo Aunts nos ofreció ‘The girl from yesterday’ en 2000.
Nacha Pop constituyó una bocanada de aire fresco en el pop español. Formado en 1978 durante la entonces recién nacida movida madrileña, el grupo lo integraron Antonio Vega, Nacho García Vega (guitarras y voces), Carlos Brooking (bajo) y Ñete (batería) y tuvo una década de vida en la que nos ofreció la magia que emanaba el choque de caracteres de los dos primos.
Desde su primer disco, publicado en 1980, tuvieron el apoyo del público, quizá porque en él se incluía ‘La chica de ayer’, su canción franquicia. Pero su técnica y su elegancia musical asimismo nos regalaron otras grandes composiciones como ‘Nadie puede parar’, ‘Grité una noche’, ‘Relojes en la oscuridad’, ‘El sueño’…
Una serie de deserciones –el primero en marcharse fue Ñene– hicieron tambalerar su estructura, que acabó por derrumbarse cuando Antonio Vega decidió irse tras grabar el doble directo. Con su huida se acabó Nacha Pop, porque era él quien atraía al público más diverso, quien era un fenómeno difícil de comprender, quien arrastraba un culto.