Si preguntas a cualquier persona con mas de 30 años por Danza Invisible inevitablemente la respuesta es ‘Sabor de amor’. Como es también mi caso, esta canción de 1988 será la elegida del conjunto malagueño por este blog. El tema supuso un antes y un después en la trayectoria del grupo malagueño. «Multiplicamos nuestro público de la noche a la mañana. De pronto comenzaron a aparecer quinceañeras que se habían enganchado a ‘Sabor de amor’ y nosotros flipábamos. En ningún momento hubiésemos imaginado que iba a tener éxito alguno. Había chicas gritándonos en el camerino tras los conciertos y toda la parafernalia ésa de las fans», explicaba en una entrevista pretérita Javier Ojeda, líder de la banda.
Es que la campanada que dio la composición que hoy analizamos fue tremenda, hasta el punto de que en la actualidad está catalogada como una de las obras clásicas del pop hispano de finales del pasado siglo. No sólo conocieron las mieles del éxito, si no que rompieron los esquemas musicales del país. Sin embargo, Danza Invisible sostiene que esta canción ha eclipsado el resto de su producción. «No renegamos en absoluto. De hecho siempre digo que gracias a ella podemos estar todavía funcionando. Hombre, yo estoy orgulloso de ella, pero…», opinó Ojeda.
Basada en un estribillo tan acertado como cursi y una letra cargada de figuras literarias, nos habla de amor, de un sentimiento inmenso, carnal y sabroso. O sea, una balada plagada de referencias frutales, marítimas y vegetales. Pero ésa es la cara vista. La cara oculta es distinta y pocos saben a qué está dedicado realmente este tema. Porque los labios de fresa no son realmente los labios de la boca. Una leyenda urbana que, tras circular muchos años por ahí sin confirmación, por fin adquiere rango científico.
A que ahora se ven más claras las metáforas sexuales de la letra. Sexo oral en la música en estado puro. ¿Cuántos tararearon esta canción con inocencia absoluta? Las estrofas cobran ahora más sentido.
‘Sabor de amor’ llegó al mercado respaldado por un vídeo que asimismo logró gran repercusión. Protagonizado por una joven rubia que danzaba rodeada de las espectaculares camisas que portaban los miembros de Danza Invisible. Tres minutos y medio indescriptibles.
Sabor de amor,
todo me sabe a ti,
comerte sería un placer,
porque nada me gusta más que tú
Boca de piñón,
bésame con frenesí,
besarte es como comer palomitas de maíz
Corazón de melón,
Venus salida del mar,
del negro de un mejillón,
son tus ojos en su punto de sal
Sabor de amor,
tu olor me da hambre,
si no estás mi amor,
muero de sed
Labios de fresa sabor de amor,
pulpa de la fruta de la pasión,
labios de fresa sabor de amor,
pulpa de la fruta de la pasión,
labios de fresa sabor de amor,
pulpa de la fruta de la pasión,
es el sabor de tu amor
Todo me sabe a ti,
comerte sería un placer,
porque nada me gusta más que tú
Boca de piñón,
bésame con frenesí,
besarte es como comer naranjas en agosto y uvas en abril
Sabor de amor,
espuma de amar,
piel de melocotón, orgía de palabras, sabor de amor
Labios de fresa sabor de amor,
pulpa de la fruta de la pasión,
labios de fresa sabor de amor,
pulpa de la fruta de la pasión,
labios de fresa sabor de amor,
pulpa de la fruta de la pasión,
labios de fresa sabor de amor,
pulpa de la fruta de la pasión,
labios de fresa sabor de amor,
pulpa de la fruta de la pasión,
labios de fresa sabor de amor,
pulpa de la fruta de la pasión,
es el sabor de tu amor
VERSIONES
JAVIER OJEDA incluye una nueva visión en su disco en solitario. Ésta es una interpretación en directo.
El grupo alicantino LONG PLAY, especialista en cóvers, realizó una revisión muy interesante.
http://youtu.be/ztyrr9BL6KI
JESÚS DE MANUEL y VÍCTOR, concursantes de Operación Triunfo 2005, tuvieron que examinarse con este tema.
LOS WALKMAN, grupo de rock nacional especializado en tocar música de los ochenta, optaron por el humor en esta interpretación.
Sus colegas de METROPOP, que caminan por la misma ruta, también tienen ‘Sabor de amor’ en su repertorio.
La banda malagueña DANZA INVISIBLE fue una de las referencias de la música española durante la segunda mitad de los ochenta. A pesar de que le costó alcanzar la madurez cuando que surgió en 1981 en la localidad de Torremolinos como alternativa a la nueva ola madrileña, ha protagonizado una carrera sólida.
Antonio Luis Gil (guitarra), Chris Navas (bajo), Javier Ojeda (voz) y Manolo Rubio (guitarra y teclados) dieron sus primeros pasos artísticos con el nombre de Adrenalina, pero con la incorporación de Ricardo Teixidó (batería) adoptaron la denominación definitiva con la que les conocimos.
Inicialmente reprodujeron la imagen neoromántica británica que triunfó en Europa. Actuaban en pequeños locales de la provincia hasta que ganaron el primer premio de un concurso de rock de Jerez y lograron viajar a Madrid. En la capital toparon con el productor Paco Martín, que les llevó hasta la multinacional Ariola. Pronto se hicieron con una nutrida masa de seguidores, que aumentaba de forma paralela a que el quinteto se curtía sobre los escenarios y evolucionaba en su estilo.
Estallaron en 1986 tras abandonar Ariola y recalar en Twins, la nueva discográfica de Paco Martín. El tema ‘Sin aliento’ constituyó su primer éxito, pero fue ‘Sabor de amor’ el single que les encumbró, ya en 1988. Luego, ya consagrados como gran grupo, adoptaron influencias latinas y caribeñas. Fue una época de fusiones y mestizajes, sin olvidar las versiones de gran calidad.
La mezcla de estilos siguió en los noventa, cuando combinaron reggae con rhythm ’n’ blues y ritmos afrolatinos. En ese período, asimismo, Ricardo Texidó abandonó el grupo y Danza Invisible se convirtió en cuarteto, aunque recurriendo a colaboraciones externas. Se resintió de esta ausencia y sufrió su primer bajón en ventas. Sin embargo, cerraron el pasado siglo con una recuperación y desde entonces caminan firmes por una vereda más intimista. Llevan ya más de tres décadas entre nosotros. Atesoran una veintena de discos de estudio.