¿Nos encontramos hoy ante una de las mejores canciones de la historia de la música? Así la consideran muchos. No me atrevo a ser tan categórico, pero lo cierto es que hablamos de la perfección sensitiva en un formato de poco más de dos minutos. La obra compuesta por el maestro mexicano Alberto Domínguez en 1939 ha sido interpretada por muchos artistas, pero quizá la más sobresaliente -esto también es debatible- puede ser la protagonizada en 1959 por el genial crooner estadounidense Nat King Cole.
Su voz acaricia la letra de este bolero inmortal sobre las notas que arregló Dave Cavanaugh para la mítica grabación que el extraordinario intérprete negro realizó el 14 de abril de aquel año para registrar clásicos de la música hispana en un disco mítico que se tituló ‘A mis amigos’ y que sacó al mercado la discográfica EMI-Capitol.
El mérito de Nat King Cole fue tremendo ya que, sin conocer ni dos palabras en nuestro idioma, cantó docenas de temas en castellano, imbuyendo en cada uno de ellos un sentimiento sin igual. No sabía de qué hablaba, pero cómo lo hacía con su aterciopelada voz.
‘Perfidia’ es una composición de amor, más bien de desamor, y de la deslealtad, la traición o el quebrantamiento de la fe debida, que, según la Real Academia Española de la Lengua, es el significado de la palabra que da título a este tema histórico.
Amar es sufrir, consideran algunos, y el protagonista de ‘Perfidia’ muestra la crueldad de un amor que pasa de generar una felicidad insondable a un sufrimiento atroz cuando ella falta ya. «Para que quiero otros besos si tus labios no me quieren ya besar». No hay expresión más dolorosa.
Nadie comprende lo que sufro yo
canto pues ya no puedo sollozar,
sólo temblando de ansiedad estoy
todos me miran y se van
Mujer, si puedes tú con Dios hablar,
pregúntale si yo alguna vez
te he dejado de adorar
Y al mar, espejo de mi corazón,
las veces que me ha visto llorar
la perfidia de tú amor
Te he buscado dondequiera que yo voy,
y no te puedo hallar,
para que quiero otros besos
si tus labios no me quieren ya besar
Y tú, quién sabe por donde andarás
quién sabe que aventuras tendrás
que lejos estas de mí!
Te he buscado dondequiera que yo voy
y no te puedo hallar,
para qué quiero otros besos
si tus labios no me quieren ya besar.
Y tú, quién sabe por dónde andarás
quién sabe qué aventuras tendrás
qué lejos estás de mí…!
VERSIONES
La fama mundial de ‘Perfidia’ ha propiciado que de ella se hayan realizado innumerables versiones. En España uno de los grupos que más ha trabajado con esta canción es el canario LOS SABANDEÑOS, que la ha grabado hasta en tres ocasiones –solos o en compañía de otros artistas– para diferentes discos. He aquí un registro que compartieron con MARÍA DOLORES PRADERA.
Grandes orquestas como las de BENNY GOODMAN, Xavier Cugat, Jimmy Dorsey o Artie Shaw incorporaron el tema del maestro Domínguez a su repertorio. Ocurrió hace muchos años.
Siempre ha sido muy considerada la interpretación que ofreció el estadounidense de origen mexicano TRINI LÓPEZ de este bolero hecho balada.
Por supuesto no podrían faltar LOS PANCHOS y su obra de arte.
En tiempos más cercanos a la actualidad destaca la revisión de ‘Perfidia’ que realizó el también azteca LUIS MIGUEL.
Para los que quieran seguir escuchando versiones reseñar que este bolero también ha sido incluido en los repertorios de The Four Aces, Reggae Rockers, Carmen Cavallaro, Luis Mariano, Charlie Parker, Glenn Miller, Nana Mouskouri, The Shadows, Los Rabanes, Laurel Aitken, Linda Ronstadt, Max Capote, Cliff Richard, Perez Prado, Julie London, Armando Manzanero, Pedro Vargas, Sara Montiel, La Portuaria, Los Sabandeños, Arielle Dombasle, Andrea Bocelli, Darío Moreno, Isabel Pantoja, Plácido Domingo, Paco de Lucía, Los Indios Tabajaras, Café Tacvba, Filippa Giordano, Regina Orozco, Rolando Villazón, Ibrahim Ferrer, Gian Marco, The Ventures o Ikira Barú.
El cine ha contribuido asimismo a la difusión de ‘Perfidia’, gracias sobre todo a ‘CASABLANCA’ (1942), en una versión bailada durante una escena en un club nocturno en París por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman.
También apareció en las bandas sonoras del filme homónimo de William Rowland, ‘La máscara de Dimitrios’, ‘La extraña pasajera’ o más recientemente en ‘Deseando amar’, de Wong Kar Wai.
Para muchos NAT KING COLE fue el mejor cantante de toda la historia de la música, por la tonalidad de su voz, su capacidad de adaptación a todos los estilos y por el cariño que siempre despertó entre los públicos más variopintos. Nació en Montgomery en 1919 y murió en Santa Mónica en 1965. En sus cortos 46 años de vida nos ofreció una corta carrera que, no obstante, no hizo salvo sembrar obras de arte en formato de pizarra o vinilo.
Hijo de un ministro baptista, creció en la ciudad de Chicago, donde estudió piano y se formó a las sombras de los coros gospel. Siendo adolescente ya se lanzó sin red al mundo de la interpretación, como pianista de jazz del King Cole Trio, que alcanzó cierta fama en los cuarenta.
Dio el salto a la interpretación en solitario en 1948, desde cuando tocó diversos estilos. Un viaje a Sudamérica a principio de los cincuenta le impregnó de influencias musicales latinas, que pronto incorporó a su repertorio, dejándonos muestras magistrales como la que hoy analizamos.
Una vez fallecido su éxito se vio reforzado con la constante reedición de sus trabajos y sobre todo por la remezcla que se realizó de su grandioso tema ‘Unforgettable’ a dúo con su hija Nathalie. Además de ‘Perfidia’, es imprescindible escuchar temas como ‘Nature boy’, ‘Mona Lisa’, ‘Quizás, quizás, quizás’ o ‘Ansiedad’.