Siempre me ha gustado la música country y ‘Un velero llamado libertad’ me ha recordado a ella cada vez que la he escuchado. No sé por qué. Como todas las composiciones de José Luis Perales es un verdadero poema que ha derivado en uno de esos clásicos que siempre agrada escuchar.
Es toda una balada romántica de oro que está junto a nosotros desde 1979, aportando de forma constante dosis de un romanticismo siempre actual. Se ha conformado en un tema que jamás podrá pasar desapercibido gracias a la magia musical del cantautor castellanomanchego.
‘Un velero llamado libertad’ llegó rodeado de otras grandes composiciones dentro del LP ‘Tiempo de otoño’, octavo disco grande del conquense para la discográfica Hispavox, más tarde absorbida por la multinacional EMI. Esta canción fue producida por Rafael Trabucchelli y Danilo Vaona, los genios de la firma.
Supuso la apertura de una nueva etapa creativa más cercana al pop y mejor recibida por el público por hablar de temática más urbana y abandonar la denuncia de la realidad desnuda de un presente intolerable que realizó en trabajos anteriores. Las ventas le llevaron a alcanzar el doble disco de platino.
Con el respeto de un escolar que llega por primera vez al colegio, Perales nos cuenta en ‘Un velero llamado libertad’ la historia de alguien que se va, que abandona su entorno para huir de los grilletes de la cotidianidad, de los que están más próximos. O de alguien que se marcha de este mundo, dejando rotos a quienes les querían.
Existe una teoría que afirma que ‘Un velero llamado libertad’ estaba dedicado a un joven que se había ahogado en el pantano de Entrepeñas. Pero Perales lo desmintió. Sí escribió una canción para el chico que sufrió el accidente, pero ésta era ‘Pequeño marinero’.
Como en todas sus obras, en ésta también nos encontramos con un momento en el que se detiene el ritmo, como si el tiempo dejara de caminar para realizar una reflexión. Pero la melodía continúa hasta un último suspiro para acabar con un verso a modo de moraleja.
Perales confesó en una entrevista que utilizó la metáfora del velero porque él es de secano. Sin embargo, tiene una casa de campo en la orilla de un embalse artificial, donde tiene anclado su barco, llamado ‘Libertad’, por supuesto.
Ayer se fue, tomó sus cosas y se puso a navegar
una camisa, un pantalón vaquero y una canción
Dónde irá, dónde irá
Se despidió, y decidió batirse en duelo con el mar
y recorrer el mundo en su velero
y navegar, nai na na navegar
Y se marchó, y a su barco le llamó libertad
y en el cielo descubrió gaviotas
y pintó estelas en el mar
Su corazón, buscó una forma diferente de vivir
pero las olas le gritaron vete
con los demás, nai na na, los demás
Y se durmió y la noche le gritó dÓnde vas
y en sus sueños dibujó gaviotas,
y pensó hoy debo regresar
Y regresó, y una voz le preguntó ¿cómo estás?
y al mirarla descubrió unos ojos
nai na na azules como el mar
VERSIONES
El conjunto de cumbia de Santa Fe LOS LEALES la cantó con otro ritmo.
El grupo de pop gallego HEREDEIROS DA CRUS le dio totalmente la vuelta. Decidid vosotros.
También la banda VOLSTEAD aceleró este tema.
Los divertidos miembros de LOS PETERSELLERS no defraudaron.
El grupo conquense TRANCE homenajeó a su paisano.
JOSÉ LUIS PERALES es de Cuenca, como se ha encargado de remarcar cada vez que ha tenido oportunidad. Nació en la localidad de Castejón hace 58 años y dicen que ya antes de cumplir su primer aniversario se le notaba su predilección por la música. De hecho comenzó a aprender solfeo y a tocar el laúd a los seis. Sin embargo, le costó introducirse en el mundillo artístico.
Una beca para estudiar maestría industrial, especialidad de electricidad, en la Universidad Laboral de Sevilla le alejó de casa. En la ciudad hispalense se apuntó a la tuna, aprendió a tocar la guitarra y compuso sus primeros temas.
Completó su educación en Madrid con un peritaje pagado de su propio bolsillo con trabajos como electricista y compositor. En la capital fue descubierto por el director de una discográfica que le ofreció grabar y que fue rechazada porque le daban pánico los escenarios.
Trabuchelli le convenció finalmente y comenzó a cantar a finales de 1973. ‘Celos de mi guitarra’ fue su tema de presentación, con gran éxito en España e Hispanoamérica. Desde entonces ha vendido más de cincuenta millones de discos gracias a un estilo romántico tradicional y a su facilidad para hablar de temas cotidianos de forma intimista. A veces, con un tono ligeramente contestatario. Sin olvidar su faceta solidaria, donando, por ejemplo, los derechos de ‘Que canten los niños’ a Aldeas Infantiles.
Ha escrito más de 450 canciones, muchas de las cuales han sido interpretadas por artistas como Isabel Pantoja, Raphael, Miguel Bosé, Mocedades, Julio Iglesias, Rocío Jurado, Jeanette o Paloma San Basilio, entre otros. En su carrera personal como intérprete ha recibido más de cien discos de oro y platino.