Aunque llegaron a lo más alto con ‘Karma Chameleon’, fue ‘Do you really want to hurt me’ la canción con la que las huestes de Boy George nos cautivaron. Culture Club publicó su single a finales del verano de 1982 y constituyó una gran sorpresa musical, alcanzando una cifra de ventas millonaria.
Un ritmo de reggae y delicados arreglos basados en acordes de guitarra y teclados derivaron en una de las piezas más significativas del pop típico de los ochenta del pasado siglo. Un inicio cálido da paso a una mezcla de pop y soul con aires jamaicanos que incluso llega a sonar nostálgica y seductora. ‘Do you really want to hurt me’ alcanzó el número uno, relevando a Musical Youth y ‘Pass the dutchie’, que tarde o temprano también pasarán por este blog.
Según Boy George, la melodía «es simple». «Estoy de acuerdo con aquellos que dicen que las canciones mas potentes del mundo son las que hablan de amor y ésta es una de ellas. Todos pueden entenderlas, especialmente los jóvenes que siempre están perdiendo y ganando en el amor. Al final del día, todo el mundo quiere tener un amor», sostuvo.
Escrita por el propio líder de la banda británica nos habla de la relación sentimental secreta que mantuvo durante seis años con el batería Jon Moss. En aras de que no influyera en la respuesta del público hacia su producto, tuvieron que ocultar su historia a petición de su mánager, temeroso de que sus fans no aceptaran que el cantante y el encargado de la percusión extendieran su contacto a ámbitos distintos de los musicales.
Hay también quien interpreta en la letra una crítica a la discriminación, pero me inclino más a pensar que el autor quiere tiempo para asimilar la nueva situación y se pregunta si en ese espacio su amor quiere hacerle daño.
De cualquier manera, Boy George combinó siempre su imagen transgresora con una intencionada ambigüedad sexual que jugaba con el equívoco. El título asimismo puede ser guiño al tema ‘He’s so gay’ de Frank Zappa, que utiliza la frase ‘Do you really want to hurt me’ en su verso final.
El carácter personal del trasfondo hizo que en un principio su autor se opusiera a que su composición fuera lanzada como single promocional, El propio George admitió en una entrevista que amenazó a la discográfica con abandonar el grupo si promocionaba la canción. En su opinión no era un tema del estilo de Culture Club. Luego confesó que se había equivocado.
En una época en la que el videoclub era casi tan importante como la propia canción, Culture Club recurrió al director Julien Temple para filmar una guión que nos presenta a George juzgado por un crimen. Su extraña apariencia hace que el tribunal se niegue a escuchar sus descargos, mientras un coro femenino afroamericano canta, y ángeles y un jurado que aparecen con la cara maquillada de negro realizan gestos al estilo ‘jazz hands’.
George rememora los hechos frente a la cámara: en 1936, en el club Gargoyle, fue expulsado ante la mirada inquisitora de los parroquianos. Más tarde, en 1957, nada parece haber cambiado y sucede lo mismo en el Dolphin Square Heath Club, pero Boy se evapora antes de que lo echen. Pero nada enternece al magistrado y la sentencia es de culpable. George termina encarcelado.
Dame tiempo
para comprender mi crimen
déjame amar y robar
he bailado dentro de tus ojos
¿cómo puedo ser real?
¿realmente quieres herirme?
¿realmente quieres hacerme llorar?
Besos preciosos
palabras que me queman
los amantes nunca preguntan por qué
en mi corazón el fuego arde
elige mi color
encuentra una estrella
la gente preciosa siempre me dice
que es un paso
un paso a demasiado lejos
¿Realmente quieres herirme?
¿realmente quieres hacerme llorar?
¿realmente quieres herirme?
¿realmente quieres hacerme llorar?
Las palabras son pocas
yo he hablado
podría gastar miles de años
cubierto en dolor
las palabras son tomadas
vienen dentro y atrapan mis lágrimas
Me has estado tomando, pero me crees
Sí, es cierto
Tú no sabes
este muchacho ama sin una razón
estoy preparado para dejarte ir
si es amor lo que quieres de mí
entonces llévatelo
todo no es lo que tú ves
se ha acabado hoy
¿Realmente quieres herirme?
¿realmente quieres hacerme llorar?
¿realmente quieres herirme?
¿realmente quieres hacerme llorar?
VERSIONES
La cantante brasileña KAREN SOUZA, que reinventa clásicos del rock a ritmo de jazz, blues y bossa nova, se fijo en ‘Do you really want to hurt me’. He aquí una interpretación en directo.
La banda alemana BLUELAGOON también supo sacar partido al clásico de Culture Club en 2005.
En conjunto estadounidense VIOLENT FEMMES incorporó el tema a su álbum ‘Why do birds sing?.
La exmiembro de las Spice Girls MELANIE C bebió asimismo de la inspiración de Boy George.
Los londinenses de SOME VELVET MORNING, que se mueven en el indie rock, realizaron un buen cóver.
También existen versiones de Diana King (1997), Thomas Anders (2006) y Amanda Lear (2010).
EN EL CINE aparece en las películas ‘El día de mañana’, ‘El chico ideal’, ‘Shrek’, ‘De perdidos al río’ o ‘El cantante de bodas’.
CULTURE CLUB nació para abordar el amplio mercado adolescente existente en los ochenta, pero ya desde ‘Do you really want to hurt me’ trascendió de ese espacio gracias al liderazgo camaleónico de Boy George, sus maquillajes coloridos, su ropa femenina y sus trenzas.
Al ser contemporánea a otros grupos que labraban ese campo inicialmente se asoció a la banda británica a los nuevos románticos, pero realmente profundizó más sus raíces en soul norteamericano.
Junto al extravagante vocalista integraban la banda londinense Roy Hay (guitarra), Mike Craig (bajo) y Jon Moss (batería). Tras unos inicios frustrantes por el estado de impaciencia generado por lo inminente que no acaba de serlo, fue la canción de la que hablamos hoy la que les dotó de un renombre inmediato en 1982 y les abrió el mundo de la música de masas.
La tendencia se confirmó un año más tarde con ‘Karma camaleon’ y a continuación con ‘Church of the poison mind’, ‘Miss me nlind’, ‘It’s a miracle’, ‘The war song’ o ‘Victims’, temas a veces rítmicos a veces pausados, pero siempre elegantes.
La adicción a las drogas de George les introdujo en un período irregular y una producción de calidad intermitente con canciones como ‘Love is love’, ‘God thank you woman’, ‘Move away’, ‘Your kisses are charity’ o ‘I Just wanna be loved’, entre otras.
Finalmente se hunden en el pozo cuando Michael Rudetski, que les acompañaba a los teclados, apareció muerto por sobredosis de heroína en la casa del líder. Fue el golpe definitivo para Culture Club. No pudo sobreponerse y desapareció.
Boy George continuó en solitario con una errática carrera. Pero a los problemas con la heroína se unieron algunos contratiempos con la justicia al ser declarado culpable de secuestrar y esclavizar a un taxi-boy. Fue condenado a quince meses de prisión, aunque sólo pasó cuatro meses entre rejas.
En 1998 volvieron a hacer un último intento de unión, que resultó efímero. George actualmente es un reconocido DJ.