Esta canción siempre ha generado en mí un efecto relajante. Los sonidos acústicos que nos ofreció en 1976, acompañados de textos con ambientes eclépticos y abundante imaginación, desembocaron en una composición elegante y fresca que deja ver la sofisticada producción de Alan Parsons.

Al Stewart nos ofrece una de sus mejores composiciones pop con rasgos folk, basada en una glamurosa expresión vocal y asentada sobre una melodía que nos seduce desde la primera vez que escuchamos el piano y que acaba de enamorarnos con su solo de saxo. En cierta forma nos recuerda a ‘Baker street’ de Gerry Rafferty.

No es jazz, ni power ballad, ni blues, ni pop, ni rock. Es ‘Year of the cat’, una mezcla de instrumentos genial. Unos van cediendo protagonismo a los otros de una manera absolutamente enlazada.

Este tema está dotado asimismo de algunos tintes progresivos, ideales para disfrutar de un momento tranquilo. Tema inmenso, sublime, principalmente seductor del público estadounidense, al que le recordó al primer Bob Dylan.

La letra, escrita conjuntamente con Peter Wood e interpretada con agradable voz nasal, es otra obra maestra destinada a quienes se sienten poetas y a los amantes de la música melódica. Toda una experiencia espiritual que tiene su origen en la película ‘Casablanca’ de Michael Curtiz, genialmente interpretada por Humphrey Bogart y Ingrid Bergman.

Nos habla de una mujer misteriosa, difícil de describir y descubrir. Del amor que experimenta en el año del gato de la astrología vietnamita, el año sin estrés y relajado que se da cada doce primaveras. Es la historia de una hippie que enamora a un turista tras compartir una noche apasionada. A él le lleva a perder el transporte mediante el cual debía regresar a casa.

No estamos en un nuevo ‘Año del gato’, pero al escuchar ‘Year of the cat’ sentimos una sensación placentera. Desde que escuchamos sus primeros compases, históricos e inconfundibles.

Una mañana de una película de Bogart
en un país donde van para atrás en el tiempo
vas paseando por una multitud como Peter Lorre
contemplando un crimen

Ella sale del sol con un vestido de seda, corriendo
como una acuarela bajo la lluvia
no te molestes en pedir explicaciones
ella sólo te dirá que vino
en el año del gato

No te da tiempo para preguntas
mientras entrecruzas tu brazo con el suyo
y sigues hasta que tu sentido de la dirección
desaparece por completo

Al lado de los muros de azulejo azul cerca de los puestos del mercadillo
hay una puerta escondida a la que te dirige
estos días, dice, siento mi vida
igual que un río que fluye a través
del año del gato

Te mira con tanta frialdad
y sus ojos brillan como la Luna sobre el mar
viene con incienso y esencia de pachulí
así que te las llevas para descubrir lo que te espera dentro
el año del gato

Pues llega la mañana y aún estás con ella
y el autobús y los turistas se han ido
y has perdido tu billete
así que no te puedes subir

Pero los rastros de los latidos del tambor de la noche aún permanecen
en el ritmo del día recién nacido
sabes que en algún momento seguro la vas a dejar
pero por ahora te vas a quedar
en el año del gato

VERSIONES

La gran complejidad tanto musical como lírica de ‘Year of the cat’ ha propiciado que apenas haya sido versionada. Sin embargo, la bonaerense ERICA GARCÍA se atrevió poco antes del 2000.

Un caso de ejemplo negativo, en mi opinión, lo encontramos el mix de VASSILIS KOULIANOS.

Como curiosidad os ofrezco esta revisión en directo que realizó el propio Al Stewart con un niño de 15 años llamado MATT SAVAGE al piano. El pequeño es autista, pero pese a sus limitaciones es considerado un sabio prodigioso.

AL STEWART Al Stewart (Alastair Ian Stewart) es más escocés que el whisky de malta. Nacido en Glasgow justo nada más terminar la Segunda Guerra Mundial, dio sus primeros pasos en el grupo The Sabres, a los que abandonó a mediados de la década de los sesenta para trasladarse a Londres. En la capital británica se introdujo en el folk, actuando en clubes hasta que en 1966 pudo grabar un single sin repercusión comercial.

Ese tropiezo no le desalentó y un año más tarde volvió a probar con un nuevo vinilo que le envolvió en un ligero prestigio sobre el que cimentó su carrera, ya asentado en Estados Unidos. Luego llegaron otros trabajos de gran calidad que le convirtieron en la referencia folk de las isla de los setenta. Su cénit llegó con ‘Year of the cat’, que le hizo famoso y supuso su mayor éxito de ventas.

Poco a poco su trayectoria fue cayendo a pesar de publicar obras de gran interés pero que no consiguieron llamar la atención del público. No obstante, incluso hoy en día conserva su más leales admiradores. Aunque los álbumes de estudio son ya escasos, todavía lleva a cabo extensas y multitudinarias giras.