Hagamos un ejercicio de sinceridad. Yo también he cantado más de una vez eso de ‘tú serás mi baby’. Y en ninguna de las ocasiones en que estropeaba la canción con mis desafinos tenía la menor idea de cuál era la versión original y su primer intérprete. Lo descubrí ya muy entrado en mi juventud.
La interpretación primitiva fue publicada en California durante 1963 por The Ronettes, bajo la maestra producción del mago Phil Spector y su famosa técnica del muro del sonido. Y como todo lo que tocaba lo convertía en oro ‘Be my baby’ se erigió en un éxito inmediato, genial, sin fecha de caducidad. Y pegadizo gracias al ritmo que imponía la batería insistente de Hal Blaine, que, sin embargo, no ocultaba las voces del trío estadounidense ni los cuatro teclados empleados. Bordaron un tema inmortal.
‘Be me baby’ goza de una inocencia seductora que te enreda en su tela de araña desde las primeras notas. Mejora a medida que avanza para llegar a la cima del impacto con su estribillo, que lo llena todo, dejándonos con la carne de gallina. Reunía todos los ingredientes: ritmo pegajoso, melodía impecable, acompañamiento instrumental de gran distinción y una muy buena interpretación. Dos minutos y medio de placer absoluto.
Fue escrita por el propio Spector con la colaboración de Jeff Barry y Ellie Greenwich, un combinación de talentos que garantizaba la calidad del producto y altos puestos en las listas de éxitos. Venerado por todos los profesionales de la música y por los críticos, el miembro de The Bach Boys, Brian Wilson, lo consideraba el mejor tema que se ha compuesto jamás.
En su honor escribió ‘Don’t worry baby’, que pretendía continuar el éxito de The Ronettes. El mismo Phil Spector dijo en cierta ocasion que le gustaría tener un centavo por cada porro que se ha fumado Wilson intentando averiguar cómo se conseguió el sonido de ‘Be my baby’”.
Pero lo cierto es que han pasado cincuenta años y ‘Be my baby’ no ha perdido vigencia. Ha sabido sobrevivir en un mundo tan cambiante como el musical, estando presente siempre en todas las modas.
La noche en que nos conocimos
supe que te necesitaba tanto
y que si tuviera la oportunidad nunca te dejaría ir
Así que ¿no vas a decir que me quieres?
Haré que estés tan orgulloso de mi
Les haremos girar la cabeza
en cada sitio que vayamos,
así que por favor
Sé mi chico
dime que serás mi querido
sé mi chico ahora, oh, oh, oh, oh.
Te haré feliz, nene
sólo espera y observa
por cada beso que me des te daré tres
Oh, desde el día en que te vi
he estado esperándote
sabes que te adoraré hasta la eternidad
así que por favor
Sé mi chico
dime que serás mi querido
sé mi chico ahora, oh, oh, oh, oh.
VERSIONES
La interpretación de las Ronettes es difícilmente superable, pero también han existido revisiones de mérito, como la firmada en 1973 por el propio JOHN LENNON, producida asimismo por Phil Spector.
Otros que vieron posibilidades en ‘Be my baby’ fueron los miembros de TRAVIS.
THE MARVELS la convirtieron en un reggae en 1971.
En España fue tremendamente popular la interpretación en castellano de los hermanos malgaches de LES SURF.
También la veterana KARINA cantó este tema en su momento de mayor esplendor.
http://youtu.be/-VgBFv9gzY8
El holandés afincado en España TONY RONALD Y LOS KRONERS, fallecido el fin de semana, la incorporaron a su repertorio en 1964.
En el mundo del cine es habitual en los filmes que retratan la vida en la década de los 60. Por ejemplo fue incluida en la película ‘Malas calles’ de MARTIN SCORSESE, al parecer sin permiso.
Pero quien más la popularizó en los ochenta fue ‘DIRTY DANCING’.
THE RONETTES eran las hermanas Verónica y Estelle Bennet y su prima Nedra Talley, tres adolescentes neoyorquinas negras que comenzaron a cantar a imagen de los grupos vocales de los cincuenta. Pronto ganaron un concurso de talentos y grabaron algunos singles con el nombre de ‘The Darling Sisters’ . Pero la fortuna no les sonrió hasta que en su camino se cruzó el productor Phil Spector y ‘Be my baby’. De hecho Verónica se casó con él.
Fue su cúspide y permitió que su carrera se prolongara durante cinco años con otros temas como ‘Baby I love you’, ‘(The best part of) Breakin’ up’ y ‘(Walking) in the rain’. Así hasta que el entusiasmo por los grupos femeninos decayó.
Su canto de cisne tuvo lugar cuando en 1966 fueron teloneras de The Beatles, durante la gira que los astros británicos realizaron por Estados Unidos y Canadá.
En final de su andadura también influyó el divorcio entre la mayor de las hermanas Bennet y Spector. Acabaron mal y las malas lenguas dicen que el productor incluso hizo todo lo posible para entorpecer el ingreso del trío en el Salón de la Fama del Rock. Tuvieron que esperar hasta 2007.