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Anje Ribera

Música callada

Bob Marley – No woman no cry (No llores mujer)

Cada rey debe tener su propio himno y ‘No woman no cry’ es el de Bob Marley, el monarca del reggae. El desaparecido genio jamaicano nos ofreció con esta canción uno de los muchos mensajes de amor que repartió durante su corta existencia.

Corría el año 1974 cuando su plegaria comenzó a ser dada a conocer en la isla caribeña. Marley la compuso para dedicársela a su esposa Rita, que sufría fuertes depresiones como consecuencia a las reiteradas ausencias del mito durante sus giras. Otras fuentes, no obstante, hablan de lo que verdaderamente pretendía era resarcir a su mujer por las continuas infidelidades a las que le sometía. Era su forma de pedir perdón. La letra habla de los recuerdos que agobian a Rita y le pide que no llore por las cosas que ya han pasado y no se pueden cambiar. Es hora de pensar en el futuro.

Aunque fue Bob Marley su autor, cedió los derechos de la letra y la música a V. Ford (Vincent Ford), un amigo que regentaba un comedor popular (Soup kitchen) en el barrio marginal Trenchtown, en el ghetto de Kingston, donde creció el cantante. Con el dinero que recibía de los royalties, garantizó la supervivencia y el continuo funcionamiento del establecimiento, que daba de comer a los numerosos niños necesitados de la zona. Allí creció Marley, quien dedicó muchas de sus composiciones a la felicidad y las aventuras que vivió durante su niñez en compañía de los amigos.

Su éxito fue tal que, quizás, es el tema más conocido del profeta rastafari, convirtiéndose en un salmo, un clásico sin época que ha tenido presencia contante a lo largo de su existencia en películas, series, anuncios, etc… Apoyado en la simplicidad de su letra y en un suave ritmo también denunció la hipocresía de los políticos e hizo referencia a los amigos perdidos.

Asimismo ha sido elegida por varios movimientos feministas para reivindicar la sensibilidad de la mujer frente a la rudeza de los hombres. ‘Sin mujer no hay llanto’ fue uno de los lemas elegidos para demostrar que ellas son más sensibles tanto a lo bueno como a lo malo. Sin mujeres no habría sentimientos, difundían, creo que con bastante razón, aunque no con toda.

No llores mujer
Recuerdo cuando solíamos sentarnos
en la plaza de Trenchtown
observando a los hipócritas
mezclarse con la gente bien que conocemos

Qué buenos amigos hemos tenido
Oh muy buenos amigos
hemos perdido en el camino.

En este futuro prometedor
no puedes olvidar tu pasado
así que seca tus lágrimas.
No llores mujer
No llores mujer
Pequeña, no dejes caer más lágrimas.
No llores mujer

Y dije, recuerdo cuando solíamos sentarnos
en la plaza de Trenchtown.
George encendía la fogata
los maderos ardían toda la noche
cocinamos sopa de maíz
que comimos juntos.

Sólo con los pies me desplazo,
así debo seguir,
pero, mientras parto…
Todo estará muy bien.
Todo estará muy bien

Así que, no llores mujer
no llores mujer.
Pequeña, no dejes caer más lágrimas.
no llores mujer.

VERSIONES

A finales de los setenta se hizo muy popular la revisión que firmó BONEY M con la voz de Liz Mitchell.

También la cantó la histórica JOAN BÁEZ.

El grupo THE FUGEES asimismo se fijó en este tema.

Los estadounidenses de PEARL JAM firmaron un buen cóver.

Destaca el tributo de ERYKAH BUDU y JIMMY CLIFF a Marley.

En España se atrevió el onubense PITINGO, con clara referencia a los malos tratos machistas.

Robert Nesta Marley, conocido como BOB MARLEY, fue el principal trovador del necesitado pueblo jamaicano, que desde hace varios siglos se vale de la música para denunciar las desigualdades, injusticias y miserias a las que siempre ha sido sometido. Una sociedad estrangulada sumida en el caos canta contra la corrupción, los conflictos raciales y las revueltas, el hambre, la miseria…

Desde que nació en 1945, Marley fue objeto de esa represión perenne que somete a los antillanos. Y pronto puso su voz y su talento al servicio de los oprimidos, de quienes se convirtió en portavoz a través del reggae, un estilo catalogado por los gobernantes como perjudicial, inmoral y peligroso.

Desde Trenchtown sus The Wailers causaron una revolución tanto musical como social que consiguió que los problemas que ahogaban al pueblo jamaicano obtuvieran relevancia y notoriedad internacional. Su denuncia fue constante pero corta, porque el rey rasta murió a los 36 años, víctima del cáncer.

Pero para entonces ya se había convertido en un icono cultural, en un símbolo de la lucha política y de la reivindicación social. Logró masificar el reggae y utilizarlo para recordar al mundo con sus melodías pegadizas y divertidas que el infierno está en la Tierra y que es trágicamente cotidiano. La muerte no detuvo su leyenda.

Canciones como ‘Stirt it up’, ‘I shot the sheriff’, ‘Get up stand up’, ‘One love’, ‘Could you ne loved?’, ‘Is this love?’, ‘Bufalo soldier’ o la hoy homenajeada ‘No woman no cry’ constituyen, entre otras, su herencia.

Canciones para escuchar a oscuras - Por Anje Ribera

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