El cantautor siempre ha sido un hombre comprometido. Le tocó vivir la parte final de la dictadura, quizá la más peligrosa porque el monstruo estaba ya herido de muerte, y Aute también se mojó entonces.
En septiembre de 1975, cuando Franco ya estaba en su lecho de muerte, su régimen dio uno de sus coletazos, tan cruel como los que protagonizó durante los cuarenta años anteriores. Tras unos pseudojuicios a once miembros de los grupos terroristas de ETA y FRAP se les impuso la pena de muerte. Pese al feroz grito de protesta interna y exterior, Ángel Otaegi y Juan Paredes ‘Txiki’ (de ETA político-militar) y de José Luis Sánchez Bravo, Ramón García Sanz y José Humberto Baena (del FRAP) cayeron víctimas de las últimas balas de la dictadura al alba del 27 de ese mes. La presión internacional propició que otras seis penas capitales fueran conmutadas por la cadena perpetua.
Fue durante esos días cuando Aute compuso una de sus mejores canciones, declaración de amor y sufrimiento. Sus metáforas lograron esquivar la férrea censura. Enmascaró ‘Al alba’ como una inocente canción de amor, aunque realmente era un alegato contra las ejecuciones y una proclama a la libertad. «Debe haber sido una de las canciones que más rápidamente me surgieron, pero quería que la gente la cantara. La verdad es que no tuve que pensar mucho, salió del dolor» confesó Aute en una entrevista.
‘Al alba’ se convirtió en el himno de toda una generación, en un emblema reclamado por el público en cada uno de los conciertos del poeta nacido en Manila. La canción fue inicialmente grabada por Rosa León en diciembre de 1975, consiguiendo de inmediato el éxito. El autor no la plasmó en un disco hasta tres años más tarde.
Si te dijera amor mío
que temo a la madrugada
no sé que estrellas son esas
que hieren como amenazas
ni sé que sangra la luna
al filo de su guadaña
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga
quiero que no me abandones
amor mío al alba
al alba, al alba
al alba, al alba…
Los hijos que no tuvimos
se esconden en las cloacas
comen las ultimas flores
parece que adivinaran
que el día que se avecina
viene con hambre atrasada
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga
quiero que no me abandones
amor mío al alba
al alba, al alba
al alba, al alba…
Miles de buitres callados
van extendiendo sus alas
no te destroza amor mío
esta silenciosa danza.
maldito baile de muertos
pólvora de la mañana.
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga
quiero que no me abandones
amor mío al alba
al alba, al alba
al alba, al alba…
VERSIONES
Evidentemente hay que escuchar la de ROSA LEÓN, para muchos superior a la del propio Aute.
El grupo gallego ECO hizo una revisión diferente. Brutal dicen sus seguidores. Fuerte sí que es. Su estilo es difícil de definir.
JOSÉ MERCÉ nos sorprendió con una interpretación flamenca.
Me atrevo a sugeriros algo que escribí hace ya un tiempo también sobre los estertores de la dictadura, las ejecuciones y la música. Concretamente sobre el caso de SALVADOR PUIG ANTICH.
LUIS EDUARDO AUTE es un auténtico icono de los cantautores españoles. Este madrileño que vio la luz en Filipinas comenzó a componer y a exhibir su guitarra a mediados de los sesenta con obras para Massiel como ‘Rosas en el mar’ y ‘Aleluya nº 1. Su miedo a los escenarios le llevo por aquella época a ceder su talento a otros artistas. El prefería seguir con sus lienzos y su poesía.
Se convirtió en cantante ya en los setenta y desde entonces nos ha ofrecido más de una veintena de discos, todos ellos intimistas y repletos de canciones con mensaje, como ‘Al alba’, quizá la más emblemática.
También ha compuesto música para películas y series de televisión, y hasta se ha atrevido a dirigir algún corto bien recibido por la crítica. No tanto por el público. Asimismo ha editado libros de poemas en una vida cargada de actividad y creatividad.
Ahora su obra nos la ofrece casi con cuentagotas, pero los que le admiramos siempre estamos esperando una nueva entrega de su arte, sea en la faceta que sea.