‘No dudaría’ constituyó, y aún lo sigue haciendo, un grito desesperado contra la violencia y una petición desesperada de ayuda para intentar salvar una existencia destruida por el consumo de droga. Un tema intemporal que sigue tan vigente como cuando lo escribió Antonio Flores, hace ya más de treinta años, porque el ser humano continúa empeñado en cometer los mismos errores.
Quería escribir un himno a la violencia y lo consiguió, aunque lo degustó poco, porque su reconocimiento, como en muchos casos de genios, llegó cuando a él ya lo habían devorado sus dependencias.
Ninguna conjugación del condicional ha tenido jamás tanto mensaje y tanta resonancia al mismo tiempo. Lágrima de arrepentimiento en forma de canción para denunciar también que vivimos en un mundo violento, en el que, como en el caso del sexo, se habla más de paz que lo que se practica. Tanto cuando se escribió este tema, en 1981, como en la actualidad.
«He ejercido la violencia y derramo mis lágrimas al recordarlo», nos asegura en cada estrofa el hijo de La Faraona. Lo hizo en primera persona porque realmente fue el protagonista de esta triste historia, la de su propia vida, en la que jugó una partida con la droga, sabiendo incluso que las cartas estaban marcadas y que, como en los casinos, siempre se acaba perdiendo.
Las malas experiencias vividas personalmente se convierten en argumento, como también lo es su remordimiento, sobre todo aquel que le causaba su comportamiento con sus seres queridos, con su hija, la hoy actriz Alba Flores. Prometió cambiar sumergido en el terrible estruendo del dolor, la angustia ahogada, pero no pudo conseguirlo.
‘No dudaría’, una balada con reminiscencias de blues, guitarra distorsionada y percusión contundente, ha ganado peso con el paso del tiempo, hasta convertirse en uno de los grandes himnos del pop español de finales del pasado siglo.
Si pudiera olvidar
Todo aquello que fui
Si pudiera borrar
Todo lo que yo vi
No dudaría
No dudaría en volver a reír
Si pudiera explicar
Las vidas que quité
Si pudiera quemar
Las armas que use
No dudaría
No dudaría en volver a reír
Prometo ver la alegría
Escarmentar de la experiencia
Pero nunca, nunca mas
Usar la violencia
Si pudiera sembrar
Los campos que arrasé
Si pudiera devolver
La paz que quité
No dudaría
No dudaría en volver a reír
Si pudiera olvidar
Aquel llanto que oí
Si pudiera lograr
Apartarlo de mí
No dudaría
No dudaría en volver a reír
Prometo ver la alegría
Escarmentar de la experiencia
Pero nunca, nunca mas
Usar la violencia
ROSARIO quiso homenajear a su hermano Antonio y grabó ‘No dudaría’ casi tres décadas más tarde, dándole un toque más actual.
ROSENDO, colega de Antonio, también quiso recordar al genio desaparecido.
Y también IGUANA TANGO se atrevió con ‘No dudaría’.
Antonio González Flores, hijo Lola Flores y del guitarrista Antonio González ‘El Pescaílla’, con el tiempo ha devenido en uno de los compositores más importantes del pop español. Desgraciadamente esta medalla se la hemos colgado tras su muerte. Cantautor sobre todo, sus obras están construidas con ladrillos de poesía urbana, amor, nostalgia y vivencias, recorriendo la distancia que separa el cante gitano que mamó en su infancia y el rock y las baladas, sus estilos preferidos.
En su corta carrera y vida compuso canciones inolvidables, tanto para él como para sus hermanas Lolita y Rosario. Pero nos dejó el 30 de mayo de 1995, justo dos semanas después de la muerte de su madre. Fue hallado sin vida en la casa familiar ‘El Lerele’ en Madrid, víctima al parecer de una sobredosis de barbitúricos y alcohol. Tenía 33 años. La leyenda dice que se suicidó al no soportar la ausencia de Lola.