Mi Papa favorito está a punto de ello, pero se ha refrenado: ya sería demasiado ponerse la ropa del diablo; ¿qué iba a ser lo siguiente? ¿oir a Iron Maiden al revés?
Pero ha firmado el depósito y la Harley se subasta el día 6 de febrero. Algún motero católico y pudiente donará una pasta que acabará en un albergue romano gestionado por Cáritas. Caldito y cama caliente para unos cuantos, no está mal. ¡Qué majo! Y qué maja la Dyna Super Glide que alguien se llevará.