Nada como el cuero para el mordisco del asfalto. Ahora que hace calor y cuesta arroparse viene bien examinar el mono de nuestro querido Álvaro Bautista. Y viendo dónde se roza y golpea se puede concluir que las protecciones están en su sitio. Y bienvenida la joroba incorporada en los últimos años, que aunque en principio cubriera el latigazo del casco para el cuello, complementa perfectamente el exoesqueleto de la espalda. La cadera, el hombro, los codos, el dorso de la mano… Y a seguir peleando, que está ahí arriba.