25 de octubre de 1986, séptimo aniversario del Estatuto vasco de Autonomía.
10:30, José Miguel Latasa Guetaria, “Fermín”, paraba la BMW en un semáforo del boulevard de San Sebastián junto al coche oficial del general Garrido, gobernador militar de Guipúzcoa, y su compañero José Antonio López Ruiz, “Kubati”, colocaba una bomba sobre el techo.
Salieron a toda pastilla, activaron la explosión, y allí quedaron el general Garrido, su esposa, Daniela Velasco, su hijo menor, Daniel Garrido Velasco y la civil de nacionalidad portuguesa María José Teixeira Gonzalve. Resultaron heridos el soldado conductor Norberto Jesús Ferrer Lozario y los viandantes Pilar Calahorra, María Mendiola, Juana Alonso, Julio Bilbao y su hijo de dos años, Ander y Margarita Goñi, Juan Carlos Lorenzo, Reyes Barragán, Argi Iriarte, María Dolores Cortázar, María Asunción Ramírez y Juan Dornaleteche.
Hoy, hace 25 años, plaza de Villafranca de Ordizia, José Miguel Latasa Guetaria, “Fermín”, indicaba a su compañero José Antonio López Ruiz, “Kubati”, que aquella madre que llevaba al niño en el cochecito era la persona a la que venían a matar, María Dolores González Catarain, “Yoyes”. Y Kubati la mató.
Para que todo el mundo supiera que de ETA no se salía uno impunemente.
Mañana se conmemora el aniversario del atentado contra las Torres Gemelas del World Trade Center, el 11-S de hace diez años. No olvidemos nuestras cosas con aquellas tan vistosas y lejanas, que en ello va que no se repitan.