Dakar en familia
Acabó el Dakar 2009. Ha ganado Marc Coma como un señor y sale en todas las fotos. No hace falta que nosotros le saquemos también. En cambio, hay historias que apenas cubre alguien:
Philippe Domet corrió en 1994 su primer Dakar y tuvo que abandonar, acabó meritoriamente al año siguiente y ahora, con 50 años, ha vuelto a completar la prueba, pero acompañado de sus dos hijos. Con tres Yamahas WRF 450 iguales, sin más apoyo que el que le pudiera prestar a ratos perdidos el mecánico de Frétigné, que también corría con una Yamaha similar.
Ahora es el director de una empresa alimentaria en la Picardía, pero hay cosas que no se pueden dejar.
Ésta es su ficha en el site oficial del Dakar:
Philippe Domet: “Terminar la carrera con mis dos hijos”
“Soy un puro amateur. Corro con mis hijos”. Philippe Domet no es del tipo competitivo. Por el contrario, dar pelea. Su primer Dakar, en 1994, se terminó al entrar a Mauritania, a mitad de recorrido, en una caída. Volvió al año siguiente para no quedarse con un fracaso, y terminó nº 16ème en la general. Y segundo en la categoría maratón. “Ese año, habían 100 motos en la partida y sólo 25 en la llegada”. Tenaz entonces, pero no atraído por las sirenas de la clasificación, Philippe Domet vuelve al Dakar, 15 años después, con un proyecto desopilante: “Terminar la carrera con mis dos hijos, Arnaud y Bertrand”. El proyecto nació a lo largo de sus numerosas salidas en los circuitos de enduro, porque el Dakar sigue siendo el Dakar y sigue haciendo soñar. “Durante todos estos años, enero era de todos modos el mes del Dakar que seguía por la televisión, confía Philippe. Hemos decidido sobre el proyecto de correr juntos con el interés adicional que constituye el hecho de no conocer América del sur”. La finalidad de este equipo colectivo, para estos deportistas de todos los días, es por supuesto terminar esta aventura: “Será una carrera de equipo, ya que también tengo responsabilidades de padre de familia”. Bien preparado físicamente, Philippe y sus dos hijos se embarcan en el más puro espíritu de la aventura: “Podemos arreglárnosla en cuanto a la mecánica y sólo tendremos el equipaje de la moto y la ayuda, cuando lo pueda, de Franck Helder, el mecánico de David Frétigné.»Y aquí nos despedimos del Team Domet, con una puntita de envidia, otra de admiración y sobre todo, reconfortados por esas lagrimitas que se le escapan a papá mientras los chicos comparten su felicidad.