Hay a quien le gusta traerse souvenirs, recuerdos de sus viajes, que probablemente acaben arrumbados en cualquier rincón y que un día quizá rememoren vívidamente aquellos días felices.
A nuestro invitado de hoy seguro que le va a recordar tantas cosas.. Como la multa que le cascó la policía alemana por llevar semejante cornamenta adornando la moto (quizá tenga más pecado cómo va de cargada la moto, cómo está tapado el faro, o el mismo hecho de que el individuo sea precisamente policía de tráfico -italiano-, sin olvidar que circula a 86 cuando el límite está en 79 km/h). A algunos les pierde la estética.
En cualquier caso, tiene su mérito volver en estas condiciones a Italia desde el Cabo Norte (Noruega, Círculo Polar Ártico). También, qué ganas de fastidiar, cuando ya sólo le quedaban a la vespa apenas mil y pico kilómetros (después de haber hecho más de dos mil, claro).