Érase una vez un crío que llegó a Francia con tres años, desde España: Hilario González.
Y érase una fabricante de motocyclettes, GIMA (Groupement Industriel Métallurgique Automobile), que fabricó motos pequeñas y estilosas durante un puñadito de años, de 1947 a 1956.
Y una de ellas ganó la Bol d’Or en 1949. 125cc, bicilíndrica, 104 Kgs, 124 Km/h en la versión de calle de ahora.
Hilario trabajó en AMC (Ateliers Mécanique du Centre), el fabricante de motores de Clermont Ferrand (la GIMA monta uno, como muchas del país vecino), antes de arrancar con su propio negocio, GP Meca.
Hace algún tiempo compró una para restaurarla para su hijo y el gusanillo le debió picar. Lleva ahora dedicados un montón de años a fabricar una réplica, con las adaptaciones correspondientes a los usos y normas actuales -arranque electrónico, luces, etc.-
El diseño es el original para bastidor (con el permiso de Paul Josué) y, en buena parte, para motor (con autorización de Gilbert Chartoire, hijo y heredero de Louis, fundador de AMC, para refabricarlo). Casi todo es francés, con pequeñas concesiones a España -intermitentes-, a Italia -luz trasera-, a Bélgica -optica- y a ¡socorro! Taiwan -los retrovisores-.
Con todo esto, puede ser presentada como una moto “francesa” hasta la médula, de una estética cercana al arquetipo ideal de lo que puede ser una moto en nuestra imaginación: Si a alguno le piden que dibuje una moto, probablemente trace algo como esto.
Hilario lleva dos huelgas de hambre, problemas de liquidez para no cerrar la empresa y mandar a la calles a sus ocho trabajadores, de pesadilla lo calificaba en una entrevista publicada en Vadimof. En febrero se decide si puede seguir o no. Clientes tiene, y lista de espera. En 2005 salieron las primeras, y ahora estarían en la idea de sacar cien al año. Una cadena local de Clermont Ferrand les hizo este reportaje ; conozcamos a Hilario y a Jean-Claude, el jefe de mecánicos, y que nos hablen del espíritu, de artesanía del motor y de las sensaciones al rodar con ella ¡Y qué bien suena ese motor!
Puede elegirse el color, pero éste, con los colores de Auvernia, es absolutamente singular y precioso. En negro está muy guapa, también, pero no es lo mismo.
4.200 €, un caprichito.
Una moto de paseo que puede ser usada en el día a día y avergüenza a las scooters con consumos de 2 litros de gasolina sin plomo.
Si me pone un concesionario en Hendaya o así, lo mismo me paso a verla. A lo mejor, hasta aunque no me lo pongan.