A François Hollande la moto le lleva al fragor amoroso, según ha revelado Closer una revista francesa del corazón.
¿Qué hay más discreto que una moto en la gran ciudad? En París, además, que hay MP3s por todos lados, que parece que las regalan. Y es que entre la crisis económica, la República Centroafricana y demás asuntos de gravedad, no encuentra François sosiego más que en brazos de su moto y de su amante, no sé si en ese orden.
En cualquier caso, que bonito es que tu presidente tenga líos de faldas -o pantalones-, y no se dedique a saquear a sus ciudadanos. Hay que buscarle a Alguno una moto y un/a amante, y rápido (porque de Otros no digo nada).
P.D.: Pobrete, le han sacado un juego: Jeu du Scooter : Aidez François Hollande à rejoindre Julie !