God save the Queen, o al menos a la que lo será.
El estrafalario caballero que aquí aparece, cual San Jorge dominando su dragón, adalid del cristianismo frente al demonio (buf…), asiste a una aparición de Catalina Middleton, duquesa de Cambridge, en el National Fishing Heritage Centre (renuncio a traducirlo, antes tendría que entender a los ingleses). En su agenda para el día figuraba también una visita al parque de bomberos y a la Academia Havelock. Todo ello en Grimsby (Inglaterra, por supuesto)
(Ignoro de qué guisa la recibieron los bomberos y los estudiantes; no todos los días viene una princesa a tu pueblo…)
Y de paso, que lo sepáis por si no os hubiérais enterado, está embarazada de niña. Pues bueno…