En algunas ciudades se cuida mejor a los motoristas que en otras. Aquí, en Bilbao, se tiene cuidado con la pintura y el suelo, que llueve y con frecuencia (gracias, alcalde), pero se nos persigue inmisericordemente cuando se te ocurre aparcar en esas aceras extensísimas que están proliferando ante el pánico de los automovilistas. También […]