Las empresas de decoración e interiorismo tratan de captar a sus posibles leads mediante diversas estrategias, una de las más comunes es la nomenclatura, así podemos encontrar clasificaciones como interiorismo nórdico, vintage, vanguardísta…
El interiorismo nórdico, nacido en Noruega, Dinamarca, es muy popular debido al éxito de grandes tiendas de muebles para montar se caracteríza por colores homogeneos, líneas simples y espacios miminmalistas. También llamado escandinavo, este estilo es sencillo, funcional y cómodo. La idea principal de este tipo de decoración es no llenar el espacio de piezas sin uso.
El diseño contemporáneo o el diseño moderno se basan en líneas limpias, superficies lisas y pulidas y pocos detalles intrincados. No es duro y frío , pero el diseño contemporáneo es cómodo y espacioso, sin desorden.
El estilo vanguardista supone modernidad, tecnología y sobre todo comodidad en el hogar, con espacios amplios y luminosos, líneas sencillas y formas simples.
El interiorismo vintage. El término vintage es un término de uso relativamente reciente que sirve para designar a estilos de moda o diseño que basan sus características principales en la recreación de elementos de estilos pasados, de otras décadas, con algún retoque o elemento de creatividad propio. Muchas veces, los estilos vintage suponen creación auténtica aunque en otros casos también se puede hablar de vintage cuando se hace referencia a elementos de aquellas épocas que siguen todavía sirviendo en la actualidad.
El estilo natural, se decora como si estuvieses en una cabaña en frente del lago, en medio de la montaña o en el campo, se trata de reproducir la estética campestre en tu hogar.
El Estilo Luxury, elementos estructurales de edificios o espacios con cierto sabor señorial. Esto es conservar o introducir piezas como chimeneas, molduras, rosetones… Todo ello, en su justa medida y sin excedernos, nos traslada a un tiempo pasado en el que el lujo se definía a través de estancias de alturas sin fin y grandes dimensiones. El empleo de materiales nobles y texturas distinguidas es otro de los factores que eleva la sensación lujosa de una atmósfera. Maderas macizas, textiles sedosos y ligeros, piedras naturales como el mármol… Crear o dar forma a espacios con este tipo de materias primas impulsa su sensación de relevancia.