Esto va de fútbol y va de racismo. Están unidos, por ahora parece que sin remedio, pues a menudo se repiten, en Europa, insultos a futbolistas de color: Eto’o en España, Zoro en Italia, Chimbonda en Francia, John Terry y Rio Ferdinad en Inglaterra,… El presidente de la FIFA, Sepp Blatter, ha proclamado su compromiso de lucha contra el racismo en el fútbol y ha ratificado su disponibilidad para combatir esta plaga en el fútbol profesional.
El racismo en el fútbol, afirman Pascal Gygax y sus colegas, de la Universidad de Friburgo, en Suiza, es un problema con muchos aspectos y es un fenómeno social que se relaciona con el entorno político y social de los hinchas, su cultura, la dinámica de las multitudes y el arbitraje del juego. Lo van a investigar Pascal Gygax y su equipo: si existe discriminación hacia los jugadores negros en los juicios de los hinchas, de los árbitros y del resto de jugadores a partir de jugadas concretas que les van a mostrar los científicos. Definen estas jugadas como pequeñas secuencias del juego en las que un jugador pretende quitar el balón a otro jugador que lo tiene. En el fútbol, una jugada así puede terminar en falta o no, a juicio del árbitro.
Intervienen 82 participantes: 43 jugadores blancos de la primera a la quinta división del campeonato suizo de fútbol, con una edad media de 24.7 años; 17 árbitros blancos, de las mismas divisiones y con una edad media de 41.9 años; y 22 hinchas blancos, universitarios que estudian psicología y educación física, interesados en el fútbol pero no compiten, y con una edad media de 23.6 años. Todos ellos verán alguna de las 475 jugadas grabadas en video, con una duración que va de 1 minuto y 24 segundos a 1 minuto y 50 segundos. Se examinan los videos y se eligen 64 en cuatro grupos: 16 muestran a un jugador negro contra otro jugador negro;16 a un negro contra un blanco;16 a un blanco contra otro blanco; y 16 a un blanco contra un negro. Los voluntarios verán las jugadas, decidirán si son falta o no y calibrarán su gravedad por la violencia de la acción.
El análisis de los resultados indica que se consideran más jugadas de los jugadores negros como faltas y, además, se juzgan más rápido. En las acciones de los jugadores blancos, si se juzgan como faltas, se consideran más graves, con más violencia. Y estos resultados no cambian cuando la jugada es entre futbolistas de la misma raza. De todas formas, los autores creen que los voluntarios autocensuran sus juicios en las jugadas entre futbolistas de distinta raza y lo hacen, precisamente, para que no les consideren racistas. Y también se puede concluir que, aunque hay algunos indicios de ello, no hay un problema grave de sustrato racista en las decisiones reglamentarias que se toman en la práctica del fútbol.
*Wagner-Egger, P., P. Gygax & F. Ribordy. 2012. Racism in soccer? Perception of challenges of Black and White players by White referees, soccer players, and fans. Perceptual and Motor Skills 114: 275-289.