El suicidio y la muerte prematura por ataque al corazón, volencia, accidentes o abuso de alcohol y drogas son hechos que se asocian a los hombres jóvenes. Incluso la tasa de conducta violenta o desordenada, suicidio y depresión están aumentando en los últimos años. Asegura Anne-Maria Möller-Leimkühler, de la Universidad Ludwig Maximilian, de Munich, que estos hechos demuestran la gran vulnerabilidad de los hombres a estas desgracias. La autora lista, con datos de los años noventa, la tasa de suicidio en los hombres jóvenes y encuentra que está encabezada por Rusia con 48,8 suicidios por cada 100000 habitantes; en las mujeres es de 9. Siguen Lituania, con 45,6 y 12 respectivamente; Finlandia, con 45,5 y 7,8; Letonia, con 40 y 3,6; Nueva Zelanda, con 39,4 y 5,9; Estonia, con 37,5 y 9,6; y así sucesivamente, hasta acabar con Azerbaijan, con 0,4 y 0,5. España se encuentra entre los últimos de la lista, con 6,8 y 1,3.
Para la autora, estas cifras se pueden interpretar desde una perspectiva de género. Considera que las conductas que tienen que ver con una masculinidad tradicional, con una conducta de macho, son factores de riesgo para la violencia y el suicidio. Esa masculinidad impide la expresión de las emociones, dificulta la solicitud de ayuda y promueve el abuso del alcohol. Además, los recientes cambios en el papel de los sexos en la sociedad actual descolocan las conductas masculinas tradicionales, creando una gran inseguridad en el estatus de los hombres con una educación tradicional; esta inseguridad, que incluso puede suponer la exclusión social, unida a los demás factores, puede llevar al suicidio.

*Möller-Leimkühler, A.M: 2003. The gender gap in suicide and premature death or: why are men so vulnerable? European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience 253: 1-8.