Comer fuera de casa es algo habitual para nuestro modo de vida. Durante la semana, para los trabajadores que no pueden volver a casa y, en el fin de semana, con más o menos asiduidad y si se puede, como diversión. Y el comer de menú del día o en el comedor de la empresa es, según Gayle Timmerman y Adama Brown, dela Universidad de Texas en Austin, uno de los factores que contribuyen a la epidemia de obesidad que tan extendida está, se dice, en el Primer Mundo. A más días se coma fuera de casa, más ingesta de grasa y de calorías y hay un aumento de la grasa corporal. O sea, que se toman más grasas y calorías fuera de casa que en el hogar.
Las autoras ponen en marcha un programa para controlar lo que se come fuera de casa. El programa se llama “Consciente de Comer en restaurante” (“Mindful Restaurant Eating”) y entre sus objetivos está la prevención del aumento de peso por comer fuera de casa y proporcionar las herramientas necesarias para reducir la toma de grasas y calorías. Dura seis semanas con dos horas de charlas por semana a pequeños grupos y da pautas para cambiar la conducta a la hora de programar la comida.
Participan 35 mujeres, de40 a 59 años, que comen en restaurante por los menos tres días por semana y forman dos grupos, uno sigue el programa y el otro es el control. Los datos que se toman de las voluntarias son el peso, la circunferencia de la cintura, un informe diario de la toma de grasas y calorías, si han comido por sentimiento o emoción, la autoevaluación de la eficacia del programa y los inconvenientes que impiden el seguimiento del programa cuando comen fuera de casa.
Los resultados son claros: con el programa se pierde peso, 1.7 kilos de media en las seis semanas; se ingieren menos calorías, 297 kcal diarias de media y, de ellas, sólo 124 kcal se deben al programa y el resto viene de que también comen menos fuera de casa; consideran que la dieta que ellas mismas eligen, según las herramientas que proporciona el programa, es eficaz; y, finalmente, consiguen que disminuyan los impedimentos que les impedían controlar su peso cuando comían fuera de casa. Además, las voluntarias declaran que no han dejado de comer durante el programa, más bien gestionan mejor lo que comen.
*Timmerman, G.M. & A. Brown. 2012. The effect of a “Mindful Restaurant Eating” intervention on weight management in women. Journal of Nutrition Education and behaviour 44: 22-28.