Nos acercamos a las elecciones y ya hemos hablado de candidatos y de votantes. Vayamos ahora con el tercer gremio que más interviene en estos eventos: los periodistas. Para concretar, nos vamos a Israel, a ver cómo tratan los periodistas a los miembros de su Parlamento, el Knesset. Está formado por 115 miembros a tiempo completo y el estudio de su presencia en los noticiarios de televisión es el objetivo de Yariv Tsfati y su equipo dela Universidadde Haifa. Entre los 115 parlamentarios hay 15 mujeres, la edad media es de 52 años y, también como media, llevan algo más de 7 años y medio en el cargo.
Pues bien, la hipótesis de Tsfati y su grupo es que el atractivo de cada político es un factor importante para su presencia en televisión. Es obvio que también contarán su cargo en el Parlamento (Presidente, portavoces,…), su mayor o menor actividad parlamentaria o su preferencia por medios afines ideológicamente pero, una vez que esos factores se tienen en cuenta y a igualdad de oportunidades, vuelven a ganar los más atractivos. En apoyo de su hipótesis, los autores relatan anécdotas como la de que el Primer Ministro Benjamin Netanyahu viaja siempre con un kit de maquillaje por si aparece alguna cámara de televisión, o el consejo que le dio Richard Nixon a Edward Kennedy para que ganase las elecciones presidenciales en Estados Unidos: “¡Adelgace veinte kilos!”. En fin, volvamos al trabajo de Yariv Tsfati.
Para evaluar el atractivo de los parlamentarios, los investigadores enseñan sus fotografías oficiales a 36 universitarios de una universidad holandesa, para evitar cualquier sesgo en la puntuación. Cada uno de los voluntarios evalúa, en unos diez minutos, a la mitad de los políticos, elegidos al azar. Y cada parlamentario es evaluado por cuatro universitarios por lo menos. La presencia en las noticias de la televisión se obtiene de los programas archivados y grabados correspondientes a los años 2003, 2004 y 2005. Se cuentan sólo presencias, no el tiempo, y, si se repite una entrevista en otro horario, se cuenta como una nueva presencia.
Hay parlamentarios que en tres años no han aparecido nunca en televisión y, por el contrario, el récord son 1338 apariciones, o sea, más de una vez al día. La media supera las 150 apariciones por político, lo que supone más o menos una vez por semana. El 20% aparece menos de 20 veces en televisión durante los tres años estudiados. Y, aproximadamente, el 40% son los que aparecen por encima de la media, es decir, más de una vez por semana.
Y los resultados son evidentes: los parlamentarios aparecen en televisión por su veteranía, por el puesto que ocupan (estos dos factores unidos explican más del 50% de sus apariciones) y, finalmente, por su atractivo físico (factor que explica más del 25%). Es curioso que los más activos no reciban la atención que merecen por su trabajo. También cuentan sexo y edad y, así, los jóvenes parlamentarios son muy vistos pero poco entrevistados, y las mujeres, bien puntuadas en cuanto al atractivo, reciben muy poca atención de los medios.
Como ven, la política sí es país para guapos, por lo menos en un 25%. Sin embargo, los periodistas deberían hacer más caso a los políticos jóvenes, guapos o no, y, sobre todo, a las mujeres, guapas todas ellas. Después, ya llegará el caso de que se quejen los parlamentarios más veteranos y mejor situados (y más atractivos).
*Tsfati, Y., D. Markowitz Elfassi & I. Waismel-Manor. 2010. Exploring the association between Israeli legislators’ physical attractiveness and their televisión news coverage. International Journal of Press/Politics 15: 175-192.