La elección de pareja es un momento crucial en la vida de cualquier miembro de nuestra especie, y saber qué es lo que buscan los hombres en las mujeres es una de esas incógnitas vitales (antes, hace años, otra de las incógnitas era la respuesta a la habitual pregunta de “¿estudias o trabajas?”; hoy día sospecho que esto no le importa a nadie) en las que vive la humanidad o, más bien, la mitad de la humanidad. Nicolas Guéguen y Lubomir Lamy, de las universidades del Sur de Bretaña en Lorient y de Paris 12, respectivamente, han ideado un método experimental que consiste en poner inesperadamente mujeres frente a hombres y ver, y anotar, cómo reaccionan estos. Y para utilizan el autostop.

Son cinco universitarias voluntarias, de 20 a 22 años, las que hacen autostop y llevan peluca, rubia, castaña o morena; faltan las pelirrojas, pero Guéguen argumenta que en Francia suponen sólo el 4% (quizá aquí todavía menos). Cuando estas chicas hacen autostop, en carreteras secundarias de bastante tráfico, donde se puede parar con facilidad, con límite de velocidad en 70 kilómetros por hora, a principios de verano y en días soleados, se detienen 1508 hombres y 892 mujeres. Los hombres se detienen ante las rubias un 18.9% y ante castañas y morenas casi igual pero menos, un 14.3% y un 13.1% para cada color de pelo. A las mujeres que paran les casi igual el color del pelo de la autoestopista y dan porcentajes similares: para las rubias, el 8.1%; las castañas, 6.8%; y las morenas un 7.3%. También es cierto que, del total de vehículos que pasan, paran el doble de hombres (15.4%) que de mujeres (7.4%).

Pero Guéguen, en su afán por descubrir que les gusta a los hombres, y después de averiguar que les gustan rubias, dio un paso adelante y pensó que había otra característica de las mujeres que parecía interesar a los hombres: el tamaño del busto. Y usó la misma metodología, la de la autoestopista.

Según cuenta nuestro sabio bretón, hombres y mujeres buscan cosas distintas cuando eligen pareja. Los hombres valoran más que las mujeres el atractivo físico mientras que las mujeres, por su parte, tienen en cuenta el estatus socioeconómico. Entre las características de la mujer que los hombres sopesan con interés está el tamaño de los pechos; existe una larga bibliografía, que no voy a detallar ahora, que apoya esta afirmación.

El experimento es como el anterior. La autoestopista es una chica de 20 años, elegida entre las universitarias voluntarias por ser atractiva (según puntuación de 15 de sus compañeros) y por tener poco busto lo que permite, por medio de rellenos de látex, conseguir tres tallas: A, que es la suya; B, que es la mayoritaria en Francia; y C, que es una talla mayor que B. Paran 774 hombres y 426 mujeres. Pues bien, los hombres paran un 14.9% ante la talla A, un 17.8% ante la B, y un 24% ante la C. Las mujeres, en cambio, no reparan en tallas: 9% con la A, 7.6% con la B y 9.3% con la C.

Ya saben, en la Bretaña francesa, la autoestopista de más éxito es rubia y con el busto una talla mayor que la media.

*Guéguen, N. 2007. Bust size and hitchhoking: A field study. Perceptual and Motor Skills 105: 1294-1298.

*Guéguen, N. & L. Lamy. 2009. Hitchhiking women’s hair color. Perceptual and Motor Skills 109: 941-948.