Prevenir sucesos que pueden suponer un peligro y tratar de reducir el riesgo es algo habitual en cualquier cultura. Terremotos y tsunamis son triste actualidad, y vientos, lluvias, nieves, fríos y calores suponen alertas casi semanales en nuestro entorno más cercano. Para Kirk Heilbrun y su grupo, de
En el trabajo de Heilbrun se estudia, dicen que por primera vez, las percepciones, toma de decisiones y conductas en respuesta a las alertas sobre las tres categorías de peligro: desastre natural, crimen y terrorismo. Intervienen 258 universitarios, de
Vistas las viñetas, los voluntarios deben responder a una encuesta con varias preguntas sobre su percepción del peligro, si hará algo para evitarlo como evacuar la zona, reforzar su casa o cambiar de algún modo sus actividades y horario diarios; también deben responder a la pregunta de i hacen caso de estos avisos y si cambia su percepción según sea una noticia o un anuncio oficial.
En resumen, los autores encuentran que hay conductas diferentes en cuanto al riesgo percibido y a la acción a tomar. Un desastre natural de alto riesgo es el único que llevaría a los participantes a cambiar su comportamiento habitual e, incluso, a evacuar el lugar y marcharse a otro sitio menos peligroso. El riesgo de terrorismo lleva a reforzar la casa. En general, parece que los avisos no influyen excesivamente en la conducta de las personas, sobre todo si son de bajo riesgo o no son inminentes. Y esto ocurre en las tres categorías por igual, destacando nada más los dos casos mencionados.
*Heilbrun, K., M. Wolbransky, S. Shah & R. Kelly. 2010. Risk communication of terrorist acts, natural disasters, and criminal violence: Comparing the processes of understanding and responding. Behavioral Sciences and the Law 28: 717-729.