El estrés es un trastorno fisiológico causado por amenazas, reales o supuestas, que perturban el estado físico o psicológico del individuo, debidas a condiciones estresantes, solas o combinadas, físicas, fisiológicas o psicosociales. Esta es una definición de estrés que, quien más, quien menos, aceptan los expertos en este campo. Y el cortisol es una hormona, fabricada por las glándulas suprarrenales (adosadas a la parte superior de cada riñón), que en condiciones de estrés, real o supuesto, es secretada al torrente sanguíneo y alcanza cualquier lugar del organismo. Recientemente se ha descubierto que aparece depositada en el pelo. Si el pelo crece algo así como un centímetro por mes, y si localizamos cortisol en zonas concretas del pelo en crecimiento, podremos deducir en que momento el individuo se estresó.
Fueron Clemens Kirchsbaum y su grupo, de la Universidad Politécnica de Dresde en Alemania, de los primeros en aplicar esta técnica al estudio del estrés, y lo hicieron en mujeres que acababan de tener un hijo (recién nacido) o que tenían niños de 3 a 9 meses de edad. Les cortaban tres centímetros de pelo, y bajo el supuesto de que crece un centímetro por mes, las muestras de cortisol corresponden a 3, 6 y 9 meses antes del corte. Ya se sabía, por análisis de sangre, que la mayor cantidad de cortisol se secreta en el último trimestre del embarazo en la preparación para el parto, y con el trabajo de Kirchsbaum queda establecido que, para ese trimestre, se da el máximo en el pelo. En resumen, el análisis de cortisol en el pelo permite medir el estrés del individuo con una técnica mucho más apetecible que el análisis de sangre que, además, permite hacer estudios de estrés en el pasado.
Una vez establecido el método, otros grupos de investigadores lo han aplicado al estudio del estrés con otros intereses. Por ejemplo, los arqueólogos. Emily Webb y su grupo, de la Universidad de Ontario Occidental en London, Canadá, han aplicado la técnica a determinar el estrés en los antiguos peruanos. Han recogido muestras de pelo en cinco yacimientos arqueológicos del Perú, fechados entre 500 y 1500 años DC, y de suficiente longitud como para determinar el estrés hasta varios meses, quizá años, atrás. Algunos individuos presentan los niveles más altos de colesterol cerca de la muerte, lo que es lógico, pero, en general, casi todos presentan, en sus últimos meses, varios picos de cortisol lo que implica que el estrés era algo habitual en la vida de estos individuos; incluso hay algunos que muestran aumentos de estrés periódicos, como si la causa se repitiera en un determinado plazo de tiempo.
*Kirschbaum, C., A, Tietze, N. Skoluda & L. Dettenborn. 2009. Hair as a retrospective calendar of cortisol production – Increased cortisol incorporation into hair in the third trimester of pregnancy. Psychoneuroendocrinology 34: 32-37.
*Webb, E., S. Thomson, A. Nelson, C. White, G. Koren, M. Rieder & S. Van Uum. 2009. Assessing individual systemic stress through cortisol analysis of archaeological hair. Journal of Archaeological Science doi:10.1016/j.jas.2009.11.010