Es, según el Diccionario de la Real Academia, la Desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos. Este comportamiento, del que tanto se habla en la actualidad en relación con la corrupción política, quizá no siempre ha sido tan perjudicial, sobre todo si lo miramos desde el punto de vista evolutivo y, ya deberían saber, en biología nada tiene sentido, si no es a la luz de la evolución, como dijo Theodosius Dobzhansky. Por ejemplo, quizá no sea difícil demostrar que, si hay que trabajar en grupo para cazar más o mayores presas, lo mejor sea hacerlo en grupo, y si ese grupo está formado por parientes, pues se conocerán y entenderán mejor y será más fácil que se fíen unos de otros. Algo así han intentado demostrar Jasmin Ruch y su grupo, de la Universidad de Hamburgo. Para ello, forman cuatro grupos dedicados a la captura y recogida de alimento; dos de los grupos están formados por tres y seis hermanos y los otros dos, por el mismo número de individuos sin parentesco entre sí. En los resultados se observa que, si bien los grupos más pequeños (y seguramente los mejores son los formados por un único individuo) son menos eficaces si aumenta su tamaño (de tres a seis), siguen siendo mejores que los grupos formados por no familiares. Los grupos familiares cooperan mejor y crecen de manera más homogénea que los grupos formados por individuos sin parentesco.
En resumen, el posible conflicto entre el comportamiento de un individuo y el de un grupo se resuelve mejor cuando hay nepotismo y, por tanto, los elegidos para formar el mejor grupo deben ser parientes entre sí. Así se consigue la evolución hacia conductas menos egoístas, más colaboración y mejor dinámica de grupo. Y, obviamente, una mayor reproducción y transmisión de la conducta nepotista a la descendencia. En conclusión, desde el punto de vista evolutivo, la corrupción política es necesaria e inevitable, por lo menos entre las arañas.
¿Cómo que las arañas? Cierto es, entre las arañas; pido disculpas si hasta ahora se me había olvidado mencionar que el experimento de Jasmin Ruch y sus colegas es con arañas de la especie Stegodyphus tentoriicola. Creanlo o no, pero este trabajo sobre el nepotismo sigue siendo muy interesante desde el punto de vista evolutivo (recuerden a Dobzhansky), aunque sea con arañas, repito. En este grupo de animales hay comportamientos individuales y sociales, es decir, o cada uno caza por su cuenta o de caza en grupo, y, además, unos pocos grupos con estas conductas mezcladas. Esta especie, Stegodyphus tentoriicola, es uno de los de conductas de ambos tipos. Por lo tanto, esta una especie interesante para estudiar la evolución de este comportamiento. Y, volviendo a los resultados de Jasmin Ruch, repito que el nepotismo es el sistema más óptimo para conseguir una buena cooperación en grupo, tal como hemos visto. Quizá el siguiente paso en la evolución es permitir la entrada al grupo de cualquier individuo que valga, sea pariente o no. O, dicho de otra manera, quizá el nepotismo sea un paso intermedio necesario para alcanzar, al final, una mejor cooperación entre los individuos.
¿Se figuran si aplicamos todo esto que hemos aprendido a nuestra especie y a nuestro tiempo? Quizá, en cuanto a corrupción política y, en general, en cuanto a comportamiento de grupo, estmos todavía en la fase del nepotismo, es decir, de los parientes y de los amiguetes, y, para no perder la esperanza, estemos a un paso de conseguir, como he dicho antes para las arañas, conductas menos egoístas, más colaboración y mejor dinámica de grupo.
*Ruch, J., L. Heinrich, T. Bilde & J.M. Schneider. 2009. Relatedness facilitates cooperation in the subsocial spider, Stegodyphus tentoriicola. BMC Evolutionary Biology 9: doi:10.1186/1471-2148-9-257