>

Blogs

Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

Marihuana

La marihuana es, como supongo todos sabéis o, quizá, habéis oído por ahí, la droga que se obtiene de las flores femeninas de la planta herbácea Cannabis sativa, que procede de Asia, de la zona del Himalaya. Se llama cáñamo cuando no es psicoactiva, y marihuana, cuando tiene una concentración alta de tetrahidrocannabinol (THC), que es la sustancia activa de la planta. La droga llamada hachís, con la concentración más alta de THC, es el polen prensado de la planta.

Quién sabe lo que uno busca cuando se fuma un porro; desde luego, el efecto más inmediato, sólo evidente para el que no lo fuma, es la risa tonta. Pero hay más: Emma Puighermanal y sus colegas de la Universidad Pompeu Fabra, en Barcelona, con ratones, han demostrado que con el THC, el componente psicoactivo de la marihuana, se pierde la memoria. En fin, no parece raro que quien fuma un porro, además de la risa tonta, quiera tener la memoria floja; es más, quizá la risa tonta sea el resultado de esa memoria perezosa.

Según los investigadores de la Pompeu Fabra, el THC actúa sobre los receptores de los cannabinoides (es obvio que el THC es uno de estos cannabinoides) llamados CB1. Cuando el THC actúa sobre los CB1 se activa una vía de síntesis de proteínas en las neuronas; esta vía se llama mTOR, y actúa en la zona del cerebro que tiene que ver con la memoria a largo plazo. En resumen, este trabajo demuestra por primera vez que el THC actúa en los CB1 y estos activan la mTOR que, a su vez, está relacionada con la memoria. Es decir, los efectos amnésicos de la marihuana actúan de esta manera a nivel de las neuronas. Un poco liado, pero así es la Biología Celular; la célula es muy compleja y comprender al detalle sus mecanismos es lento y dificultoso.

Pero fumar un porro también tiene otros peligros, y no es que quiera asustar al personal, pero sí quiero que argumente con propiedad y conocimiento cuando debata sobre los beneficios y los peligros de la marihuana. Rebecca Maertens y su grupo, del Servicio de Salud de Canadá en Ottawa, nos recuerdan que nadie ha podido demostrar ningún peligro ni mutagénico ni carcinogénico en el THC que, recordad, es el componente psicoactivo de la marihuana. Pero Maertens y sus colegas nos recuerdan que, cuando se fuma un porro, se está aspirando el humo de la combustión de una planta y que esa combustión, lo queramos o no, produce gran cantidad de sustancias peligrosas, habitualmente en muy pequeña concentración cada una de ellas: Hay quien asegura, y no recuerdo quién fue (Ah¡, este porro…), que en la combustión del tabaco se producen unos cientos de sustancias, y de ellas, 81 están clasificadas como carcinogénicas.

Pero volvamos a Maertens y la marihuana. Según este grupo, no hay grandes diferencias entre los humos de la marihuana y el tabaco. Y en cuanto a su toxicidad, el humo de la marihuana causa más daño que el de tabaco al ADN y a las células, mientras que el de tabaco causa más daño a los cromosomas. Los autores no han podido hacer estudios en humanos pues es difícil encontrar personas que sólo hayan fumado marihuana.

Para acabar, fumar un porro da la risa tonta, nos convierte en amnésicos efímeros y pone en peligro las células del tracto respiratorio. Ahora, que cada uno juzgue y decida pros y contras de fumar marihuana.

*Maertens, R.M., P.A. White, W. Rickert, W. Rickert, G. Levasseur, G.R. Douglas, P.V. Bellier, J.P. McNamee, V. Thuppal, M. Walker & S. Desjardins. 2009. The genotoxicity of mainstream and sidestream marijuana and tobacco smoke condensates. Chemical Research in Toxicology 22: 1406-1414.

*Puighermanal, E., G. Marsicano, A. Busquets, B. Lutz, R. Maldonado & A. Ozaita. 2009. Cannabinoid modulation of hippocampal long-term memory is mediated by mTOR signaling. Nature Neuroscience DOI:10.1038/nn.2369

Temas

Por Eduardo Angulo

Sobre el autor

Buscar


octubre 2009
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031