La homeopatía es una técnica de medicina alternativa que administra soluciones muy diluidas de compuestos que provocan los síntomas de la enfermedad en el paciente. Es un método terapéutico que utiliza soluciones muy diluidas de sustancias cuyos efectos, cuando se administran a personas sanas, se corresponden con la manifestación de la enfermedad (síntomas, signos clínicos, estado patológico) en el paciente enfermo. Y ya vale de definiciones, pasemos a algunos trabajos recientes que tratan de la homeopatía.
No se ha demostrado que la homeopatía cure más allá del efecto placebo. En los últimos años varias instituciones y grupos han desautorizado su práctica. Entre esas instituciones están la comisión de expertos del Ministerio de Sanidad español, la Asociación Médica Británica, el Comité de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes, la revista The Lancet, las autoridades científicas japonesas o el Ministerio de Sanidad holandés. Ahora voy a repasar con los oyentes tres publicaciones recientes que revisan lo que vamos conociendo de la homeopatía.
En primer lugar, el trabajo de Stephanie Roll y su equipo, del Centro Médico del Hospital Charité de Berlín, que compara los tratamientos convencional y homeopático del eczema atópico en niños. Esta enfermedad inflamatoria de la piel, ce carácter crónico y asociada con prurito, se da en el 7-8% de los niños de los países industrializados y llega hasta el 25% a nivel global.
Participan 135 niños en el estudio que se hizo entre enero de 2005 y junio de 2006, con un seguimiento que duró hasta octubre de 2006, con un total de 36 meses de observaciones. Los niños, todos ellos de las cercanías de Berlín, tienen de 1 a 4 años, con por lo menos 6 meses de diagnóstico de eczema atópico. Seguirán el tratamiento homeopático 48 niños y el convencional 87. Se puntúa la presencia y gravedad del eczema atópico con el test SCORAD, aceptado por todos los participantes, sean médicos homeópatas o convencionales.
La puntuación del test, de 1 a 35, es prácticamente igual en el tratamiento convencional, 14.9, y en el homeopático, 13.7. A los 36 meses, un 33% de mejora en el eczema se da en el 63.9% de los niños con tratamiento homeopático y en el 64.5% de los que siguen el convencional, y una mejora de por lo menos el 50% se da en el 52.0% y el 52.3% respectivamente.
Como ven, los dos tratamientos dan el mismo resultado excepto, y lo resaltan los autores, en el coste: 200.54 € en el tratamiento homeopático frente a 68.86 € en el convencional.
Desde siempre quienes practican la homeopatía han afirmado que, funcione o no funcione, nunca perjudica al paciente debido a las bajísimas dosis que utiliza. Sin embargo, comienzan a publicarse datos de efectos adversos provocados por tratamientos homeopáticos. Son efectos directos, provocados por las soluciones administradas, e indirectos, pues consiguen que el paciente abandone el tratamiento convencional que sigue contra su dolencia. Es lo que cuentan Paul Posadzki y su grupo, de la Facultad de Medicina Peninsula en Exeter, Inglaterra, con un meta-análisis de lo publicado sobre efectos adversos en homeopatía hasta enero de 2012.
Después de la revisión de las bases de datos, encuentran 378 artículos de los que 38 cumplen los criterios metodológicos que exigen los autores para incluirlos en el meta-análisis. El total de pacientes que presentan efectos adversos por los tratamientos homeopáticos es, según estos trabajos, de 1159, incluyendo a 4 que fallecen.
La mayor parte de estos pacientes sufren intoxicaciones y reacciones alérgicas y, como decía antes, agravamiento de sus enfermedades por abandonar el tratamiento convencional que seguían. Hay datos publicados de este abandono en casos de hipertensión, meningitis, septicemia, melanoma y otras dolencias graves.
Nos lo habrán contado porque seguro que conocemos a alguien partidario de la homeopatía y que afirma que quizá, a veces, no cure, pero es seguro que alivia. Se habla siempre del efecto placebo, aunque se ignore más o menos cómo funciona. Para averiguar de qué va este efecto placebo en la homeopatía, Sarah Brien y sus colegas, de la Universidad de Southampton, han montado un cuidadoso experimento en relación con el tratamiento convencional y homeopático de la artritis reumatoide.
Esta enfermedad inflamatoria es dolorosa, molesta y de origen desconocido y afecta al 1% de la población mundial. Los autores, entre enero de 2006 y julio de 2008, tratan a 56 enfermos de artritis reumatoide. Tienen más de 18 años, fueron diagnosticados de artritis reumatoide por lo menos hace 2 años, y llevan un tratamiento con medicación estable desde hace más de 3 meses. Durante el estudio, están controlados por lo menos durante 40 semanas. Parte de ellos reciben el tratamiento homeopático y otra parte el convencional. Además, hay un tercer grupo control que recibe un placebo. La mitad de cada uno de estos grupos va a la consulta y trata con el médico.
Los resultados demuestran que no hay diferencias según el tratamiento, o sea, que se puede decir que todos son placebo. Sin embargo, la consulta con el médico homeópata, siempre larga, detallada y más centrada en el paciente que en los síntomas de su enfermedad, alivia más a los pacientes que la consulta convencional y que no tratar con el médico. Los pacientes que experimentan esta consulta sienten su dolor aliviado. Es, por tanto, la consulta en homeopatía la que mejora al paciente y no los compuestos que recibe.
*Brien, S. y 4 colaboradores. 2011. Homeopathy has clinical benefits in rheumatoid arthritis patients that are attributable to the consultation process but not the homeopathic remedy: a randomized controlled clinical trial. Rheumatology 50: 1070-1082.
*Posadzki, P., A. Alotaibi & E. Ernst. 2012. Adverse effects of homeopathy: a systematic review of published case reports and case series. International Journal of Clinical Practice 66: 1178-1188.
*Roll, S. y 9 colaboradores. 2013. Comparative effectiveness of homoeopathic vs. conventional therapy in usual care of atopic eczema in children: Long-term medical and economic outcomes. PLOS ONE 8: e54973