Vamos a Estados Unidos. Allí, las autoridades sanitarias gastan muchos millones de dólares en sus campañas para controlar la epidemia de gripe de cada año. Por ejemplo, en 2011 fueron 3000 millones los gastados directamente por las autoridades sanitarias. Es más, conocemos que una epidemia de gripe sin control provoca millones de contagios y millones de víctimas, tal como ocurrió en 1918 o en la década de los cincuenta. Lo mejor es prevenir con las campañas de vacunación y con consejos para evitar el contagio. Para prevenir el contagio, es decir, los contactos entre enfermos y sanos, hay que hacer estudios epidemiológicos como el que ahora nos presentan Charles Stoecker y sus colegas, de la Universidad de Tulane en Luisiana.
Toman los datos de las bases de datos oficiales sobre causas de muerte entre 1974 y 2009, además de datos de población y de clima, y los estudian en las ciudades en las que se ha celebrado la Super Bowl, o sea, la final de la liga de fútbol americano, con las multitudes que la siguen por televisión desde sus casas y los que acuden al campo a verla en directo. El partido se celebra el primer domingo del mes de febrero, en plena epidemia de gripe. La audiencia de televisión alcanza los 120 millones de espectadores solo en Estados Unidos y, este año, se ha celebrado la Super Bowl número 50 en San Francisco. Ganaron los Denver Broncos a Carolina Panthers por 24-10.
El análisis de los datos indica, en primer lugar, que albergar la Super Bowl no cambia la mortalidad por gripe en la ciudad que la acoge. En cambio, aumenta en un 18% en mayores de 65 años en las ciudades cuyos equipos llegan a la final. Esto ocurre si la Super Bowl se celebra a menos de 24 días del pico de la epidemia de gripe de ese año. Además, se llega a doblar la mortalidad si el subtipo de virus de ese año es de los más virulentos. Pero no hay que olvidar que todo estos cambios se dan en las ciudades de los equipos que participan en la Super Bowl.
Un efecto similar, aunque atenuado se da en las ciudades cuyos equipos juegan los playoffs para llegar a la final, con un aumento del 13% en la mortalidad por la gripe, siempre en mayores de 65 años.
Llegar a la final aumenta la mortalidad por gripe en mayores de 65 años, incluso sin viajar para asistir en directo. Los autores sugieren que son los contactos y reuniones, familiares y de amigos, en casa o en el bar, para ver la final en televisión, los que promueven el contagio en las ciudades de origen de los equipos que llegan a la Super Bowl. La retransmisión dura, más o menos, unas tres horas y media. Da tiempo para contagiarse.
*Stoecker, C., N.J. Sanders & A. Barrera. 2016. Success in something to sneeze at. Influenza mortality in cities that participate in the Super Bowl. American Journal of Health Economics 2: 125-143.