Dedicado al compañero y amigo Alvaro Antón, que me dio la idea, la noticia y la bibliografía
En China es una delicatesen muy popular, tanto que se ha empezado a vender refrigerado en máquinas expendedoras en el metro de Shangai. Pero, en Europa, el conocido como cangrejo boxeador (Eriocheir sinensis) por el aspecto peludo de sus pinzas, es una especie invasora y, en algunos países, una verdadera plaga. Su área de distribución original se sitúa en las costas asiáticas del Pacífico, entre Vladivostok, en Siberia, al norte y las costas del sur de China. Pero tiene una facilidad para la dispersión, sobre todo en las fases juveniles, una gran capacidad de adaptación a diferentes hábitats y, además, aprovecha la facilidad que supone para moverse de puerto en puerto el agua del lastre de los barcos. Puede vivir en agua salada y en agua dulce, aunque necesita ir a la costa para la reproducción. Esta amplitud de hábitats es, por ejemplo, lo que permitió a esta especie atravesar el sudoeste de Francia desde el estuario del Garona, en Burdeos, hasta el Languedoc, en el Mediterráneo, pasando por ríos, canales y embalses.
Por lo que se sabe, a Europa llegó en 1912 por Alemania. Desde allí pasó a los países escandinavos y llegó a Finlandia en 1933 y, en el mismo año, a Polonia y Checoslovaquia por el este. Después de invadir Holanda y Bélgica, alcanzó Inglaterra en 1935 y el norte de Francia en 1938. En la década de los cincuenta apareció en Burdeos y, sin confirmar, en Hendaya. En la actualidad ocupa toda la costa francesa hasta el Bidasoa y, es fácil suponer, pronto estará entre nosotros. Ya hay una cita sin confirmar en Zumaia. Además, en la Península Ibérica lleva años establecida esta especie en el Tajo y en el Miño en Portugal y en el estuario del Guadalquivir desde 1987.
Con estas citas en la Península por el oeste y el sur y su presencia en el sudoeste de Francia, como decía, quizá ya esté entre nosotros. Como toda especie invasora de éxito, su biología y ecología harán que ocupe todos los hábitats que le vengan adecuados. Ya hay algún experto británico que ha propuesto que la mejor manera de controlar esta especie invasora es comérsela pues, después de todo, es una delicatesen en Oriente. Si alguien la encuentra, por favor, que no se la coma, notifíquelo al Departamento de Zoología de la UPV/EHU en Leioa. Y ya le dirán, si hay muchos ejemplares, que espero que no, que pruebe alguno. En Google hay recetas y en YouTube algún video de cómo se cocina y se sirve.
*García de Lomas, J. y 5 colaboradores. 2010. Management of the Chinese mitten crab, Eriocheir sinensis (H. Milne Edwards, 1853) in the Guadalquivir Estuary (Southern Spain). Aquatic Invasions 5: 323-330.
*Naser, M.D. y 7 colaboradores. 2012. Invasive records of Eriocheir hepuensis Dai, 1991 (Crustacea: Brachyura: Grapsoidea: Varunidae): Implications and taxonomic considerations. BioInvasions Records 1: 71-86.