Manda la música en nuestra cultura, en todas las culturas, y, además, en el cerebro y en el corazón. La música es, por tanto, importante en nuestras vidas. Y Nicolas Guéguen se pregunta, como tantas otras veces y por muchas cuestiones, si la música, siendo tan importante, no tendrá algún papel en la función más importante que cumplimos desde nuestra biología y según manda la teoría de la evolución, es decir, la reproducción. Y, para empezar desde el principio, Nicolas Guéguen se pregunta si la música influye de alguna manera en la selección de pareja.
Como siempre en Guéguen, su estudio es muy sencillo y en la calle. Participan 300 chicas de 18 a 22 años que pasean por una calle comercial de una ciudad de unos 70000 habitantes. Es un sábado soleado, por la tarde, al principio del verano. Un chico de unos 20 años, evaluado previamente como muy atractivo, se acerca a las chicas que encuentra y que pasean solas y les dice como se llama, que la chica les parece bonita pero que tienen que ir a trabajar. Añaden que, si le dan su número de teléfono, más tarde le llamará para salir a tomar una copas. El chico atractivo lleva una guitarra acústica al hombro o una bolsa de deportes o nada.
Pues bien, el 31% de las chicas dan su número de teléfono al chico de la guitarra, el 14% al que no lleva nada, y el 9% al de la bolsa de deportes.
Parece, por tanto, que la música, aunque sea imaginada para el futuro, juega un papel en la selección de pareja.
*Guéguen, N., S. Meineri & J. Fischer-Lokou. 2013. Men’s music ability and attractiveness to women in a real-life courtship context. Psychology of Music DOI: 10.1177/0305735613482025