Fue el 14 de mayo de 2013 cuando la actriz Angelina Jolie, en un artículo de opinión en el New York Times, anunció que se había sometido a una doble mastectomía como medida preventiva contra el cáncer de mama. Explica como su madre murió a los 56 baños de cáncer de mama y como ella misma lleva un gen mutado, el BRCA1, que supone un riesgo elevado de contraer la enfermedad. Este gen, cuando funciona bien, dirige la síntesis de una proteína que promueve el arreglo de mutaciones en el ADN. Cuando muta, la proteína no funciona, las mutaciones en el ADN no se reparan y alguna de ellas puede llevar al cáncer de mama (también aumenta el riesgo de cáncer de ovario). Cuenta que sus médicos le han dicho que tiene un 87% de riesgo de desarrollar este cáncer y que los que llevan el BRCA1 mutado como ella, tienen, solo por esta mutación, un riesgo del 65%. Después de la doble mastectomía, el riesgo ha bajado al 5%.
Como nos cuentan Dyna Borzekowski y su grupo, de la Universidad de Maryland en College Park, la decisión y el tratamiento de la actriz están justificados pero no todos los datos han llegado al gran público. Por ejemplo, uno de los objetivos del artículo de Angelina Jolie es promover que todas las mujeres puedan hacer el análisis genético necesario para detectar la mutación en el gen BRCA1 y evitar riesgos de contraer el cáncer. Para ello, el análisis debería ser menos costoso, unos 3000 dólares, para conseguir que sea más accesible. Según la investigación de Borzekowski y sus colegas, esta propuesta casi no ha llegado a la opinión pública. Veámoslo en detalle.
Los autores han promovido una encuesta sobre el artículo de la actriz, en Estados Unidos y a través de internet, a la que han respondido 2572 personas, con 1335 mujeres, y todos mayores de 18 años. La encuesta se colgó en internet en junio de 2013, unas tres semanas después de la publicación en el New York Times del artículo de Angelina Jolie.
Los resultados muestran que tres de cada cuatro encuestados están enterados de la doble mastectomía de la actriz, pero menos de la mitad entienden el riesgo que tiene de contraer el cáncer de mama. Es más, solo el 7.8% entienden lo que es y significa la mutación en el gen BRCA1.
En resumen, saber de Angelina Jolie y de su historia no mejora el conocimiento del público sobre el riesgo de desarrollar cáncer de mama, y esto ocurre a pesar de que era uno de los objetivos esenciales del artículo de la actriz. Está claro, proponen los autores, que estas noticias de salud de los famosos ayudan a promover buenas conductas en cuanto a la salud pero, para que sean verdaderamente efectivas, deben ir acompañadas de opiniones y explicaciones claras de expertos. Solo así ayudarán al público a tomar las decisiones adecuadas. Angelina Jolie publicó, con buena intención, su artículo en el New York Times, pero, según la noticia se extendía y pasaba de medio a medio, iba perdiendo, en general, contenido, y acabó siendo un titular sobre la doble mastectomía de la actriz. Según la encuesta de Borzekowski, solo el 3.4% de los que responden había leído el artículo original de Angelina Jolie en el New York Times, y más del 80% se había enterado en televisión y en programas de entretenimiento.
*Borzekowski, D.L.G. y 4 colaboradores. 2013. The Angelina effect: immediate reach, grasp, and impact of going public. Genetics in Medicine doi: 10.1038/gim.2013.181
*Jolie, A. 2013. My medical choice. New York Times May 14.