Tenemos un cerebro con dos hemisferios y, más o menos, cada uno de ellos se encarga de determinadas tareas. Entre otras cosas y como ejemplo nos puede servir que por algo hay diestros y zurdos. Por todo ello, como hacen Michael Nicholls y sus colegas de la Universidad Flinders de Adelaida, en Australia, es fácil plantear la hipótesis de que, si se nos plantea la elección de algo, de lo que sea, entre la derecha y la izquierda, el resultado inicial será que no lo haremos por igual, que no será 50-50. Los autores lo van a estudiar en la elección de asiento, a la derecha o a la izquierda de un pasillo central, en los aviones y en los teatros.
En las compañías aéreas Air Canada y American Airlines permiten elegir el asiento a los viajeros sobre un plano del avión con la cola hacia el pasajero y, de esta manera, a la izquierda están los asientos del lado de la puerta de la cabina. Los autores estudian las elecciones de los viajeros en 100 vuelos de estas compañías, la mayoría de ellos entre aeropuertos de Estados Unidos, entre marzo y junio de 2011, con una oferta total de 12762 plazas.
Se ocuparon 8063 asientos, es decir, el 63.17% de la oferta total. El 65.71% de los viajeros eligieron los asientos de la izquierda. Si se resta el número de asientos ocupados en la derecha menos los asientos ocupados a la izquierda obtenemos, como media, -3.27, o sea, como media hay 3.27 más asientos ocupados a la izquierda.
Cuando se hace la investigación en los teatros, se utiliza el plano que en las taquillas utilizan los compradores para elegir asiento. Este plano está orientado de la puerta de entrada hacia el escenario y, de esta manera, cuando se entra al teatro tenemos asientos a la izquierda y a la derecha. El estudio se hace en 37 funciones teatrales, entre mayo y septiembre de 2012, en cuatro locales de Sydney y Melbourne que tienen de 792 a 1240 asientos de aforo.
En total, son 34456 plazas disponibles y se ocupan 19797 lo que supone el 57.45% del total. Aquí, la mayoría está a la derecha, con el 57.97% y esta tendencia se exagera cuanto más vacío está el teatro. Si hacemos la resta como antes, es decir, derecha menos izquierda, el resultado ahora es positivo con 4.51. Por tanto, como media, en el teatro hay 4.51 más espectadores sentados a la derecha que a la izquierda. Si el número total de plazas está por el 25%, es decir, con el teatro tirando a vacío, el resultado de la resta es 6.80.
Por tanto, los que montan en un avión tienden a los asientos de la izquierda mientras que los espectadores del teatro tienden a hacerlo a la derecha.
*Nicholls, M.E.R., N.A. Thomas & T. Loetscher. 2013. An online meqans of testong asymmetries in seating preference reveals a bias for airplaner and theaters. Human Factors DOI:10.1177/0018720812471680