La achicoria, de nombre científico Cichorium intybus, en una planta común en nuestro entorno, no solamente cultivada y fácil de reconocer en cunetas y deslindes por sus flores de color azul malva. Además, es planta de tradición medicinal y culinaria, sobre todo conocida por sustituir o complementar el café y más en épocas de penuria. Muchos conocemos sus peculiares envases de papel rojo y dibujos que dan la sensación de pasados de moda, con marcas como El Chimbo, La Pureza o El Árbol, mucho más populares que ahora en la guerra civil, la posguerra y hasta los años sesenta. Un poco de achicoria, de la raíz seca y molida de la achicoria, ennegrecía el escaso café de la época y le daba un gusto característico que todavía gusta a muchos.
Como nos cuentan M.A. Shad y su grupo, de la Universidad Bahauddin Zakariya de Multan, en Pakistán, todas las partes de la achicoria tienen importancia en la medicina tradicional. Es una planta con alcaloides, inulina, lactonas, cumarinas, pigmentos, flavonoides y otros compuestos. Ha sido utilizada para tratar la fiebre, la diarrea, la ictericia o las piedras en la vesícula. En animales de laboratorio se ha demostrado que funciona en los problemas del hígado y contra la diabetes, además de ser antiinflamatoria, bactericida y curar las úlceras. Muchas propiedades interesantes aunque de muchas de ellas faltan estudios científicos que las confirmen.
Entre los compuestos que aparecen en la achicoria destacan los antioxidantes que el grupo de Pakistán ha estudiado en diferentes partes de la planta. La mayor concentración la encuentran en las hojas, pero no son de mucha utilidad pues rara vez se consumen ni en crudo ni cocidas pues son muy amargas por la presencia de un compuesto llamado intibina.
La raíz es la que lleva la menor concentración y, además, tiene muchos taninos que son los que contribuyen al color y el sabor de la achicoria mezclada con el café. En concreto, la raíz seca, que es la parte de la achicoria más consumida, destaca, según nos cuentan S. Nandagopal y B.D. Ranjitha Kumari, de la Universidad Bharathidasan de Tiruchirappalli, en la India, por tener inulina, un azúcar que no podemos digerir, y vitaminas y los antioxidantes flavonoides. Es útil para los problemas del hígado, úlceras, inflamaciones, estimula el apetito, es digestiva, cardiotónica, depurativa, diurética y baja la fiebre.
*Nandagopal, S. & B.D. Ranjitha Kumari. 2007. Phytochemical and antibacterial studies of chicory (Cichorium intybus L.) – A multipurpose medicinal plant. Advances in Biological Research 1: 17-21.
*Shad, M.A. y 3 colaboradores. 2013. Determination of some biochemicals, phytochemicals and antioxidant properties of different parts of Cichorium intybus L.: A comparative study. Journal of Animal & Plant Sciences 23: 1060-1066.