Es de general conocimiento que dos hemisferios forman nuestro cerebro y que, cada uno de ellos, responde y actúa en la mitad opuesta del cuerpo. Por ello, si apretamos un puño, aumenta la actividad neuronal en el lóbulo frontal del hemisferio opuesto. Con el puño derecho es el hemisferio izquierdo y, viceversa, con el puño izquierdo es el hemisferio derecho. Solo con 90 segundos de apretar el puño, el electroencefalograma ya lo detecta. Además, Ruth Propper y su grupo, de la Universidad Estatal de Montclair, en Nueva Jersey, Estados Unidos, nos cuentan que, por experimentos anteriores, apretar un puño u otro está asociado con cambios emocionales que dependen del hemisferio cerebral activado. Así, apretar el puño derecho y, por tanto, activar el hemisferio izquierdo, aumenta nuestras emociones de acercamiento como son la felicidad o la ira, mientras que apretar el puño izquierdo y activar el hemisferio derecho nos lleva a emociones de rechazo como la ansiedad o la tristeza. En general, la corteza del lóbulo frontal izquierdo, o sea al apretar el puño derecho, se asocia con emociones que se dicen de acercamiento mientras que la corteza del lóbulo frontal derecho, o sea el puño izquierdo, se asocian con emociones de retirada. Es más, las emociones de acercamiento suponen aprender, por acercamiento, de aquello que las provoca y, por el contrario, las emociones de retirada suponen recodar algo que ya conocíamos para huir de ello. Así, hemisferio izquierdo, o puño derecho, memorizar, y hemisferio derecho, o puño izquierdo, recordar. Y Propper y su equipo se preguntan si este memorizar o recordar, según el puño apretado, se extienden más allá de las emociones, a otros aspectos que tienen que ver con la memoria.
Para estudiarlo trabajan solo con voluntarios diestros, para evitar interferencias en relación con la mano más utilizada. Son 50 voluntarios, de ellos 40 son mujeres, con edades de 18 a 48 años y edad media de 23 años. Se les pide que recuerden todas las palabras que puedan de dos listas, cada una de ellas con 36 términos. Antes o después de ver las listas, los voluntarios aprietan, con la mano derecha o con la mano izquierda, una pelota de goma durante 45 segundos. Y después deben apuntar todas las palabras que recuerden de las listas que han visto antes.
Los resultados son claros y, si aprietan la pelota de goma con la mano derecha antes y después de leer la lista de palabras, recuerdan más que los que aprietan el puño izquierdo: 7.09 frente a 4.67 palabras recordadas de media. Y, si aprietan el puño derecho antes de leer y el puño izquierdo después, recuerdan casi el doble de palabras que los que, al contrario, primero aprietan el izquierdo y después el derecho: 9.11 de media frente a 5.36.
Ya ven, lo importante es apretar el puño derecho antes de ver las palabras, ayuda a memorizar. No estaría mal utilizar una pelota de goma, para entretener la mano derecha, cuando se preparan exámenes.
*Propper, R.E. y 3 colaboradores. 2013. Getting a gip on memory: Unilateral hand clenching alters episodic recall. PLOS ONE 8: e62474