Ya hablamos de la “mano caliente” en el baloncesto. Los resultados de aquel trabajo demostraban que a los triplistas de la NBA no se les “calentaba la mano”. Y, ahora, resulta que Markus Raab y su grupo, de la Universidad Alemana del Deporte de Colonia, nos aseguran que en el balonvolea si que hay “manos calientes”. Primero hay que definir qué entendemos por “mano caliente”: un jugador tienen la “mano caliente” cuando tiene más posibilidades de puntuar después de tener dos o tres aciertos que después de tener dos o tres fallos. En baloncesto no se cumple porque, después de que un jugador tiene dos o tres aciertos, el defensa se esfuerza más para evitar otro acierto.
Lo primero que quiere averiguar Raab, como paso previo, es si los deportistas, sea cual sea el deporte que practiquen, creen que existe la “mano caliente” y, si es así, en qué deportes se da más. Quien sabe, quizá la “mano caliente” sea una leyenda del público o de los medios y resulta que los que de verdad entienden de esto no creen en ella. Raab se lo pregunta a 94 estudiantes de su universidad, todos deportistas y expertos pues no hay que olvidar que es la Universidad Alemana del Deporte. Pues bien, nada menos que el 94% cree en la “mano caliente”. Y la lista de deportes con más “mano caliente” es la siguiente, de más a menos: baloncesto (casualidad, el deporte en el que parece que no funciona la “mano caliente”, balonvolea, dardos, billar, bolos, béisbol, golf, tenis, lanzamiento de herradura (supongo que aquí diríamos la “rana”) y ping pong. Da igual el deporte que practique el estudiante que responde para influir su puntuación en la lista anterior. Y es curioso que no parece que crean en la suerte en el deporte pues a la pregunta de si saldrá rojo o negro en la ruleta después de dos o tres rojos, el 81% responde que negro.
Para detectar la existencia de la “mano caliente” en el balonvolea, estudian el rendimiento ofensivo de los mejores 26 jugadores en ataque de los playoffs de la primera división alemana. El que menos ha hecho 44 remates y el que más 319. Según los datos y los análisis estadísticos, la mitad de los jugadores tiene la “mano caliente” pues sigue acertando después de dos o tres remates con éxito. También es cierto que su “calentura” no es fácil de controlar, pues varía mucho de set a set y de partido a partido.
Por cierto, también los entrenadores creen en la “mano caliente” pues saben qué jugadores disfrutan de ella y utilizan ese conocimiento para planificar los partidos, hacer cambios, etc.
*Raab, M., B. Gula & G. Gigerenzer. 2012. The Hot Hand exists in volleyball and is use for allocation decisions. Journal of Experimental Psychology: Applied 18: 81-94.