Seguro que han leído o escuchado las quejas de los deportistas de elite sobre los controles antidoping y lo que les cuesta orinar en esos momentos, con los nervios, el cansancio y ante un montón de personas atentas a sus genitales para evitar las trampas. Y cada vez más atletas comentan su incapacidad de orinar en esas circunstancias. Oliver Kahn, que fue portero de la selección alemana de fútbol, solía decir que le costaba orinar después de los partidos, que bebía agua y refrescos hasta reventar y que casi siempre necesitaba de dos a tres horas para cumplir con el control. Quizá, desde fuera, parece divertido, pero hay muchos atletas para los que pasar un control es un verdadero tormento. Es lo que se llama retención de orina psicogénica que, en algunos casos, alcanza la paruresis que se define como un trastorno psicológico, una forma de fobia social, que va desde la dificultad para iniciar la micción, con una espera más o menos prolongada, hasta la imposibilidad absoluta de orinar en lugares públicos o en presencia de otras personas. Hay algunos enfermos de paruresis que tienen que planificar toda su jornada de manera que, para orinar, puedan ir a su domicilio. No es un trastorno muy estudiado y, por ello, las estadísticas no ayudan a captar su extensión pues se dice que tienen paruresis de 2.5% a un 32% de la población. Anne-Marie Elbe y su grupo, de la Universidad de Copenhague, han estudiado las dificultades para orinar en las pruebas antidoping de los atletas de elite alemanes.

Han trabajado con 222 atletas, con 100 mujeres y una edad media de 25.3 años. De ellos, 166 son miembros de los equipos nacionales de su deporte y han pasado durante su carrera, como media, 12 controles antidoping, aunque el rango va de 1 a 110 controles. Llevan, de media, 13.3 años de carrera como atletas, con un rango que va de 2 a 32 años. Practican deportes de equipo, atletismo, remo, natación, de invierno, lucha, ciclismo, triatlón, tiro y otros.

Rellenan dos cuestionarios, uno de ellos para obtener información general (sexo, edad, años y nivel en la práctica de su deporte) y el segundo sobre los controles antidoping con preguntas sobre si tiene problemas para orinar, cuanto tarda en hacerlo, frecuencia, posibles causas, si son físicas o mentales, si influyen en su recuperación del esfuerzo, en su rendimiento o en su autopercepción de excelencia y profesionalidad.

Después de analizar los datos, los autores llegan a la conclusión de que el 65% de los atletas tiene retención de orina psicogénica y, de ellos, el 25% tiene paruresis. Dos tercios de los atletas que han tenido problemas de retención de orina, lo han sufrido en la mitad o más de los controles antidoping que han pasado. Y la mitad e ellos ha conseguido orinar de una a tres horas después. Muchos de ellos piensan que estos controles tan dificultosos les impide recuperarse del esfuerzo necesario para la práctica de su deporte e, incluso, la mitad cree que les impide alcanzar su rendimiento óptimo. Es más, comienzan algunos a dudar de su calidad y su profesionalidad.

*Elbe, A.-M., M.M. Schlegel & R. Brand. 2012. Psychogenic urine retention during doping controls: Consequences for elite athletes. Performance Enhancement & Health doi:10.1016/j.peh.2012.01.001