Los niños y los jóvenes, en su aprendizaje, se ven muy influenciados por lo que observan y, en último término, modelan muchos de sus comportamientos según la conducta de otros. Está claro que lo más cercano, familia y amigos, influyen pero también, y quizá cada vez con más fuerza, los medios, sobre todo el cine y la televisión. Andrea Waylen y su equipo de la Universidad de Bristol, en Inglaterra, han estudiado la influencia del cine y, en concreto, de fumar en las películas, sobre la adicción al tabaco de los adolescentes británicos.
Utilizan los datos de 5509 chicos y chicas de 15 años y, en concreto de las películas que ven 5169 y de si fuman o no de 5367. Responden a encuestas sobre el tabaco, de cómo y cuándo empezaron a fumar y de si continúan haciéndolo. Y, además, sobre su afición al cine y las películas que ven. Los autores analizan después si en las películas que han visto se fuma o no y cuánto se fuma.
El análisis estadístico de estos datos demuestra que ver fumar habitualmente en las películas aumenta el riesgo de que el adolescente comience a fumar. Los que más van al cine y ven películas en las que los actores fuman tienen un 70% más de probabilidades de iniciarse en el tabaco. Es más, la probabilidad de convertirse en un fumador habitual es más de 60% mayor respecto de los jóvenes que van menos al cine. Después de ajustar todos los datos, la probabilidad, tanto de empezar a fumar como de convertirse en fumador habitual, se dobla respecto de los que ven más bien películas sin tabaco.
Como conclusión, quizá exagerada, los autores sugieren que cuando se examinen las películas para recomendar la edad a la que se pueden ver, además de tener en cuenta el sexo y la violencia, si las van a ver adolescentes, también se debe tener en cuenta el tabaco.
*Waylen, A.E. y 4 colaboradores. 2011. Cross-sectional association between smoking despictions in films and adolescents tobacco use nested in a British cohort study. Thorax 66: 856-861.