En las redes sociales hay centenares de millones de personas, si no son ya miles de millones, en el momento en que escribo estas líneas. En Europa occidental y Norteamérica hay países en que más de la mitad de la población está en las redes sociales. Estas redes, como ocurre en Facebook, obligan a incluir un perfil personal para poder entrar en ellas, y en ese perfil cada uno pone lo que quiere. Después se irán sumando a ese perfil los amigos que quieran hacerlo. Sin embargo, el número de amigos de cada sitio no es homogéneo ni mucho menos; hay quien tiene muchos y otros, en cambio, tienen pocos incluso aunque intenten conseguir más. R. Kanai y su grupo del Colegio Universitario de Londres nos van a ayudar a entender a qué vienen o con qué se relacionan estas diferencias en el número de amigos en los sitios de Facebook.
Su hipótesis de partida es que el tamaño de red social, o sea, de número de amigos, tiene base neurológica. Es sabido que las redes sociales en el mundo real tienen, en parte, una base genética y, en último término, neurológica. El tamaño de la corteza cerebral limita la capacidad de procesar la información necesaria para controlar las relaciones sociales que un individuo puede tratar simultáneamente. Y, según nos cuentan los autores de este estudio, en un trabajo anterior con pocos participantes, solo 58 voluntarios, se ha relacionado el tamaño de la red social en el mundo real con el tamaño de las amígdalas, estructuras colocadas en el centro del cerebro. Proponen que quizá existe la misma relación con el tamaño de las redes sociales de Facebook.
Trabajan con 125 universitarios, de ellos 46 chicos, y con una edad media de 23.3 años. A la vez que se conoce su perfil en Facebook y su número de amigos tanto virtual como en el mundo real, los voluntarios pasan por una resonancia magnética para conocer su estructura cerebral.
Los autores encuentran una relación entre el número de amigos en Facebook y cuatro áreas del cerebro: la amígdala, el lóbulo temporal derecho superior, el lóbulo temporal izquierdo medio y la corteza cerebral frontal central. Estas regiones se relacionan con la percepción social y con la memoria asociativa. Además, también hay relación entre el tamaño de la red social en Facebook y el número de amigos en el mundo real pero, en el cerebro, sólo la amígdala se relaciona con ambos mundos, virtual y real.
Hay dos posibilidades: o el tamaño de nuestras redes sociales consigue que determinadas áreas del cerebro cambien de tamaño o, alternativamente, sólo pueden tener redes sociales extensas quienes tienen más desarrolladas esas zonas del cerebro.
*Kanai, R. y 3 colaboradores. 2012. Online social network size is reflected in human brain structure. Proceedings of the Royal Society B 279: 1327-1334.