Cuesta esfuerzo y supone determinación y compromiso. Y comer menos, es obvio. O por lo menos y en lenguaje más técnico, ingerir menos calorías de las gastadas. Si lo conseguimos, las tomamos de nuestras reservas de grasa, de esos michelines que se colocan donde todos sabemos y algunos sentimos. David Levitsky y Carly Pacanowsky, de la Universidad Cornell de Ithaca, en Estados Unidos, han demostrado que se puede adelgazar sin pasar hambre y, además, con alimentos envasados comerciales.
Son 17 voluntarios, universitarios de Cornell, con 10 mujeres, una edad media de 24.8 años y un Índice de Masa Corporal medio de 21.2, los que participan en el estudio. Se hacen dos grupos y el experimento dura cinco semanas. Durante la primera semana, todos comen lo que quieren de un buffet libre. En las semanas segunda y tercera, uno de los grupos elige y come uno de los siguientes alimentos comerciales: Chef Boyardee Pasta, Smucker’s Uncrustables, Kashi Bar, Lean Pocket y Campbell’s Soup in Hand. Estos productos y en las dosis comerciales tienen una media de 200 kcal. El otro grupo, en estas segunda y tercera semanas, sigue con el buffet libre. Y en las dos últimas semanas, ambos grupos se intercambian y el primero pasa al buffet libre y el segundo a los alimentos envasados comerciales. Todo lo que comen en el buffet es controlado y pesado por los investigadores.
En primer lugar, lo que comen en el buffet tiene el doble de calorías que los alimentos envasados y, así, la ingesta de calorías en un 10% menor cada día. Sin embargo, esta disminución en la toma de calorías no aumenta el apetito en el desayuno y en la cena y los voluntarios declaran que no sienten más hambre durante el día, ni siquiera en la cena, y tampoco por ello se sienten menos “llenos” después de comer.
Como es lógico, al final de las correspondientes dos semanas de alimentos envasados de cada grupo han perdido peso, más o menos medio kilo en diez días. Ya ven, la diferencia entre comer lo que uno quiere y lo que ofrece un alimento envasado es que este último tiene menos calorías, y este control de la ración provoca la pérdida de peso. Y, muy importante, los que adelgazan no sienten hambre.
*Levitsky, D.A. & C. Pacanowski. 2011. Losing weight without dieting. Use of commercial foods as meal replacements for lunch produces an extended energy deficit. Appetite 57: 311-317.