Votar | La biología estupenda - Blog elcorreo.com >

Blogs

Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

Votar

 

Gracias a “Israel (Sergio)” por la idea y la referencia

 

Votar, ya saben, parar ante la urna, enseñar el DNI y meter por la ranura el voto para la opción elegida. Parece fácil pero, tal como lo cuentan Israel Waismel-Manor y sus colegas dela Universidadde Haifa, votar es estresante, por lo menos para algunos. Y si nos enfrentamos a una experiencia estresante, como la incertidumbre, la novedad o la falta de control, nuestras glandulas suprarrenales secretan hormonas que, junto con otras secreciones, nos ayudan a lidiar con el estrés. El cortisol es una de esas hormonas de las glándulas suprarrenales, una hormona que nos ayuda a superar las situaciones difíciles o algún riesgo potencial. Y no sólo en caso de pelea, como parece evidente, también a un estudiante ante un examen o a un broker que debe tomar una decisión financiera. Incluso se secreta cortisol anticipando un suceso quizá peligroso. Y entre los sucesos que podemos prever y nos estresan están, parece ser, las elecciones.

En el día de las elecciones para el Parlamento de Israel de 2009, los autores estudiaron las reacciones de 113 personas en Omer, un pueblo a unos100 kilómetrosal sur de Tel Aviv. Los voluntarios tienen de20 a84 años, con una media de 46 y, entre ellos, hay 70 mujeres. Cada participante rellena un cuestionario sobre el voto que va a emitir y sobre su estado de ánimo antes de hacerlo; además, entrega una muestra de saliva para medir el nivel de cortisol. También se mide la hormona a 70 personas en la noche del día de las elecciones, después de la votación, a 6 personas al día siguiente, y a los 113 voluntarios 21 meses más tarde.

Según los cuestionarios, el estrés es alto justo antes de votar, lo que se corresponde con la concentración de cortisol en la saliva. Por ejemplo, en un día normal el nivel de cortisol es alto al despertar y va bajando a lo largo de la jornada. Sin embargo, en el día de las elecciones los que van a votar tienen el mínimo de cortisol a la mañana y sube durante el día hasta llegar a niveles tres veces más altos que los de aquellos que no votan o de ellos mismos 21 meses después. Y, es más, hay que tener en cuenta el partido al que uno vota. Así, los que votan al partido que las encuestas aseguran que va a perder tienen un 25% más de cortisol que los que van a votar al partido que se supone va a ganar. O sea, que los futuros perdedores anticipan un peligro y se defienden de él con más cortisol.

En fin, que votar es estresante y que la democracia nos proporciona con experiencias emocionantes que nuestro cuerpo interpreta como un riesgo potencial. Lo que no sabemos, teniendo en cuenta todos estos datos, es si este estrés es capaz de alterar la decisión de votar o de cambiar la decisión de a quién queremos votar.

 

* Waismel- Manor,I., G. Ifergane & H. Cohen. 2011. When endocrinology and democracy collide: Emotions, cortisol and voting at nacional elections. European Neuropsychopharmacology 21: 789-795.

Temas

Por Eduardo Angulo

Sobre el autor

Buscar


noviembre 2011
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
282930