Ya lo demostraron los sociólogos hace años, y aunque en nuestra experiencia personal no parezca posible porque solemos recordar con más facilidad los casos extremos, hay un parecido muy marcado en las ideas políticas dentro de una misma familia. La hipótesis más extendida es que la ideología política en la familia se transmite a través del entorno social, es decir, de padres a hijos y nietos por ejemplo y la conducta. Sin embargo, y como nos cuentan Peter Hatemi y sus colegas, dela Universidadde Sydney en Australia, los estudios comparando las ideas políticas en gemelos, hermanos y adoptados parece que demuestran, con más argumentos según pasa el tiempo, que la conducta política tiene, además, una base genética.
Para James Fowler y Christopher Dawes, dela Universidadde California en San Diego, hay dos genes, el MAOA y el 5HTT, que intervienen en las conductas en relación con la política. El MAOA, que codifica la monoamino oxidasa A, enzima que destruye el neurotransmisor de la serotonina, y el 5HTT, que codifica el trasportador de la serotonina, son genes que participan en los sistemas cerebrales del miedo, la confianza y las relaciones sociales. En concreto, al gen MAOA se le ha denominado el “gen guerrero” y al gen 5HTT, “gen de la depresión”.
En su investigación, Fowler y Dawes investigan la existencia de gemelos, hermanos y adoptados en más de 9000 universitarios y consiguen información genética sobre MAOA y 5HTT para 2754 de ellos. Además, se les pide que rellenen una encuesta sobre sus ideas políticas y religiosas incluyendo una pregunta sobre su participación en las elecciones presidenciales de 2004.
Los resultados demuestran una relación entre una de las versiones del gen MAOA, la llamada “alta”, con la participación política. Los que tienen esta versión del gen participan en las elecciones del 2004 un 26% más que aquellos que llevan la versión “baja”. También el 5HTT tiene relación por la participación política pero se ve atenuada por las creencias religiosas; aún teniendo el 5HTT “alto”, unas creencias religiosas acentuadas aminoran la participación en las elecciones del 2004.
Por su parte, Peter Hatemi, al que antes he citado, hace un estudio más amplio sobre la relación entre el genoma y la participación política. Hacen un análisis genético de 13201 personas pertenecientes a 2774 familias y, a la vez, obtienen datos sobre su participación en política. Al relacionar ambos tipos de datos encuentran tres zonas en los cromosomas 4, 6 y 9 que se relacionan con la participación en política. En una primera aproximación, los autores escriben que esas tres zonas contienen genes que tienen que ver con los neurotransmisores glutamato, dopamina y serotonina. Prometedor pero queda mucho por hacer.
*Fowler, J.H. & C.T. Dawes. 2008. Two genes predict voter turnout. Journal of Politics 70: 579-594.
*Hatemi, P.K. y 13 colaboradores.2011. Agenome-wide análisis of liberal and conservative political attitudes. Journal of Politics 73: 1-15.