Hay varios estudios que sugieren, con la típica prudencia del lenguaje científico, que hay factores genéticos asociados a la homosexualidad en los hombres. Para explicarlo voy a seguir el artículo publicado por Francesca Iemmola y Andrea Camperio Ciani, de
La evolución darwiniana predice que quien tiene una menor tasa de reproducción acaba desapareciendo y, con todas las salvedades que se les ocurran, es evidente que los homosexuales hombres tienen una menor tasa de reproducción que los heterosexuales hombres. Una posible explicación nos llega desde la cultura de los fa’afafine, en las islas Samoa, en el Pacífico. Son parejas de homosexuales que ayudan a la supervivencia de los niños de la familia y, por tanto, de sus propios genes en el acervo genético familiar. A partir de esta conducta, se ha generalizado que los homosexuales ayudan a la crianza de los niños de su familia, pero Iemmola y Camperio Ciani aseguran que no se ha podido demostrar que los homosexuales dediquen más tiempo, recursos y cariño a la cría de sus “sobrinos” que los heterosexuales.
Sin embargo y con un enfoque diferente, nuestros autores hicieron un descubrimiento sorprendente al estudiar las familias de los homosexuales: las mujeres de las generaciones anteriores por línea materna de la familia de los homosexuales son hasta un 33% más fecundas que sus equivalentes en las familias de heterosexuales. El mismo aumento se da en familias de bisexuales. Y en ningún caso aumenta la fecundidad en las mujeres de la línea paterna. Esto significa que existe algún tipo de dotación genética que lleva a la homosexualidad en hombres y al aumento de fecundidad en mujeres.
Alguna confirmación va llegando a este modelo: las familias con homosexuales son más numerosas que las de heterosexuales, por lo menos en Estados Unidos y en la población blanca. Para confirmar el modelo, Iemmola y Camperio Ciani han repetido el estudio en una muestra de población más amplia. Son 250 voluntarios, hombres, mayores de 18 años, no adoptados y, entre ellos, hay 98 heterosexuales y 152 homosexuales. Proceden de diferentes zonas de Italia, con diferentes trabajos y nivel de estudios. Después de las correspondientes encuestas, obtención de datos y evaluación, los resultados confirman el trabajo anterior.
Los heterosexuales son más fecundos, con 0.52 niños de media, que los homosexuales, con 0.12 niños de media. En cambio, la fecundidad de las mujeres de las familias de los homosexuales es mayor, 2.91 niños de media, es mayor que las mujeres de las familias de los heterosexuales, con 1.72 niños de media; es casi un 30% más. También tienen más hermanos mayores que lo previsto: 97 hermanos mayores y 69 hermanas mayores, cuando lo esperado, según el cociente habitual de sexos entre niños de que por cada 100 niñas nacen 106 niños, sería de 85.4 hermanos mayores y 80.6 hermanas mayores. Es más, los homosexuales tienen más del doble de hermanos mayores que los heterosexuales.
En fin, si estos resultados se confirman con más muestras de homosexuales, de otros países y culturas, parece que existen factores genéticos, que se transmiten por línea materna, que aumentan la probabilidad de ser homosexual en el hombre y promueven la fecundidad en mujeres. Sin embargo, también es evidente aunque poco estudiado, que el factor genético no es el único que explica la orientación sexual en el hombre; también intervienen otros factores fisiológicos y ambientales. Como en otros aspectos del comportamiento en nuestra especie, la conducta sexual es el resultado de la interacción de factores innatos a la persona sumados a la experiencia vital que haya vivido.
*Iemmola , F. & A. Camperio Ciani. 2009. New evidence of genetic factors influencing sexual orientation in men: Female fecundity increase in the maternal line. Archives of Sexual Behavior 38: 393-399.
*Jannini, E.A., R. Blanchard, A. Camperio Ciani & J. Bancroft. 2010. Male homosexuality: Nature or culture? Journal of Sexual Medicine 7: 3245-3253.