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Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

Antimonio

Para Ana, por la noticia y por la idea.

Circula por internet, con el añadido habitual de “¡Pásalo!”, un aviso sobre la presencia de antimonio en el agua mineral embotellada, antimonio que procede de la propia botella de plástico y que, se dice, es causa probable de cáncer de mama. El aviso asegura que se desprende más antimonio si la botella permanece un tiempo a una temperatura relativamente alta, por ejemplo, en un coche aparcado al sol. Este aviso es cierto: hay antimonio en el plástico de la botella y se puede desprender al agua mineral. Veamos.

El antimonio es el elemento químico número 51 de la Tabla Periódica y tiene propiedades metálicas en algunas de sus formas. Se utiliza como catalizador (facilitador, acelerador) en la síntesis del plástico de la botella. Ese plástico es el polietileno tereftalato (PET, de sus siglas en inglés), y como ftalato es tóxico por sí mismo, aunque a diferencia de otros ftalatos, su presencia en el agua es mínima. Sin embargo, tanto los ftalatos como el antimonio, con bajas concentraciones y suficiente tiempo, pueden funcionar como disruptores endocrinos, es decir, interfieren en el sistema hormonal, alteran la reproducción (recordad los peces y los mejillones bisexuales) y, por esta vía, quizá facilitar la aparición del cáncer de mama. Algunos ensayos con animales de laboratorio y con cultivos de células avalan esta posibilidad en base al poder estrogénico del antimonio.

Fueron William Shotyk y su grupo de la Universidad de Heidelberg, los que hicieron un primer análisis de 15 marcas de agua mineral de Canadá y de 48 de Europa y encontraron el antimonio en el agua embotellada. Apareció en 12 de las 15 canadienses y en 46 de las 48 europeas. Entre las marcas estudiadas hay tres españolas (sin nombres, como es habitual en estos trabajos), y una de ellas con una concentración bastante alta, 0.45 ppb, aunque siempre por debajo de los niveles legales (5 ppb en Europa, 6 ppb en Estados Unidos).

Y también es cierto que se desprende más antimonio con temperaturas más altas. P. Westerhoff y sus colegas de la Universidad Estatal de Arizona en Tempe, estudiaron 9 marcas de agua embotellada de Estados Unidos. La concentración de antimonio en el agua se mantenía, a una temperatura de 22ºC, unas diez veces por debajo de los límites legales. Sin embargo, el nivel legal se superaba manteniendo la botella a 60ºC por tres meses, lo que no es raro en el clima cálido de Arizona.

En resumen, tal como cuenta Leonard Sax, del Centro Montgomery para el Desarrollo del Niño y del Adolescente de Exton, en Pennsylvania, la botella que contiene agua mineral, fabricada con PET en un proceso que necesita antimonio, desprende este elemento, casi siempre por debajo de los límites legales para el agua potable. Otra cosa son los efectos a largo plazo pues puede haber efectos que vienen de poca concentración pero con mucho tiempo de exposición. Además, con temperaturas altas, el desprendimiento de antimonio se acelera.

*Sax, L. 2010. Polyethylene terephthalate may yield endocrine disruptors. Environmental Health Perspectives 118: 445-448.

*Shotyk, W., M. Krachler & B. Chen. 2006. Contamination of Canadian and European bottled waters with antimony from PET containers. Journal of Environmental Monitoring 8: 288-292.

*Westerhoff, P., P. Prapaipong, E. Shock & A. Hallaireau. 2008. Antimony leaching from Polyethylene Terephthalate (PET) plastic used for bottled drinking water. Water Research 42: 551-556.

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Por Eduardo Angulo

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