La necesidad diaria de agua se puede determinar a partir de la pérdida mínima de agua y de los incrementos esperados en diferentes situaciones. En general, en situación de ejercicio físico y, sobre todo, con temperaturas altas, la pérdida de agua deriva del flujo de sudor. Estos cálculos son importantes en el ejército pues hay que calcular las necesidades de agua de miles de personas que se mueven simultáneamente. El ejército de Estados Unidos utiliza la ecuación de Shapiro, publicada en 1982, que calcula la producción de sudor para gastos de energía desde el gasto en reposo hasta el gasto con una intensidad metabólica moderada. Además, tiene en cuenta diferentes temperaturas y la humedad ambiental para un soldado vestido con pantalón corto y camiseta. El sudor calculado es el necesario para que, al evaporarse, mantenga el cuerpo a 35ºC en la situación de temperatura ambiental, humedad y gasto metabólico concretos.
Richard Gonzalez y su grupo, de la Universidad del Estado de Nuevo México en Las Cruces, han estudiado los resultados de la ecuación de Shapiro y, después de encontrar que sobrestima la producción de sudor y las necesidades de agua, la ajustan a diferentes parámetros, entre ellos, las mejoras en la ropa en cuanto a la regulación de la transpiración. Los autores trabajan con 101 voluntarios, 80 hombres y 21 mujeres, y más de 500 tomas de datos. Los cálculos de Gonzalez rebajan la sudoración en un 58-65% y proponen una necesidad de agua de, aproximadamente, 1 litro menos por cada ocho horas; la diferencia entre las nuevas ecuaciones y la original de Shapiro es poco más de una taza de café cada dos horas. Como revelan Ollie Jay y Paul Webb, de la Universidad de Ottawa, un ejercicio militar habitual como es el desfile, a una temperatura alta, puede suponer la evaporación de unos 850 mililitros de sudor.
Y es en Sudáfrica donde se ensaya la pérdida de sudor en soldados que siguen una marcha de 4 horas durante algo más de 16 kilómetros. Heinrich Nolte y su grupo, de la empresa ERGOnomics TECHnologies, de Pretoria, trabajan con 15 soldados, de una edad media de 27 años, y bien entrenados. Durante el ejercicio puede beber el agua que quieran y la toma media es de 0.383 mililitros por hora. La pérdida de líquido por el sudor es de algo más de 600 mililitros por hora. Estas cifras suponen que en esas 4 horas de marcha se bebe el 61% del agua perdida: 0.383 mililitros beben frente a más o menos 600 que evaporan como sudor. Además, pierden 1 kilo de peso.
En resumen, los soldados pierden, en ejercicio fuerte, entre 600 y 1000 mililitros por hora y ese es el agua que deben tomar, aunque no se resienten si sólo toman el 60% de lo perdido.
*Gonzalez, R.R., S.N. Cheuvront, S.J. Montain, D.A. Goodman, L.A. Blanchard, L.G. Berglund & M.N. Sawka. 2009. Expanded prediction equations of human sweat loss and water needs. Journal of Applied Physiology 107: 379-388.
*Jay, O. & P. Webb. 2009. Improving the prediction of sweat losses during exercise. Journal of Applied Physiology 107: 375-376.
*Nolte, H., T.D. Noakes & B. Van Vuuren. 2010. Ad libitum fluid replacement in military personnel during a 4-h route march. Medicine & Science in Sports & Exercise 42: 1675-1680.